"En las afueras de la villa, en lo alto de una colina, está la ermita de Sant Antonin de Pàdua, erigida en el año 1717 gracias a la donación de su primer ermitaño, Baltasar Rabassa, y la ayuda de los pescadores del pueblo. Durante la guerra del Francés fue utilizada como cuartel y resultó muy dañada. Tiene planta rectangular, con tres naves, sin ábside. La fachada se abre con tres portales de dintel recto, dos ventanas rectangulares y un ojo de buey en el centro. En lo alto hay una campanario de espadaña."
Ver:https://www.poblesdecatalunya.cat/element.php?e=2578
Camí de l'Ermita
·
Aunque en Pobles de Catalunya diga:
"Cerca de la ermita de Sant Antoni hay una antigua torre de vigilancia. Es de planta cuadrada con la base ataludada. La puerta y la ventana tienen el dintel y las jambas de piedra."
parece claro, gracias a las aportaciones de Toni Pons y Gerard Recasens, (Ver más abajo) que se trata de una torre de telegrafía óptica, igual a muchas otras en la provincua
Gracias por sus aportaciones a:
¡¡"Segons tinc entès, no és una torre de vigilància, és una torre de telegrafia òptica"
"!Según tengo entendido, no es una torre de vigilancia, es una torre de telegrafía óptica
"Toni Pons correcta"
"CONVERTIDOR TELÉGRAFO ÓPTICO
¿Qué son las Torres de Telegrafía Óptica?
Las Torres del telégrafo son torres de señales que realizaban las funciones de estaciones repetidoras de mensajes codificados. Formaban parte de una red de transmisión de señales a distancia, son los orígenes de las redes de telecomunicaciones.
Aunque desde la antigüedad se habían utilizado varios sistemas de envío de información no será hasta finales del S. XIII que el francés Claude Chappe instauró el telégrafo óptico. Su desarrollo fue generalizado en toda Europa durante la primera mitad del siglo XIX, el sistema se vio favorecido por la aparición de las gafas de larga vista acromáticas que permitían ubicar las torres a distancias considerables, entre dos y tres leguas (de 8 a 12 km). En España el introductor fue el General Mathe, que fue nombrado el primer Director General de Telégrafos.
Tenían un uso civil para el gobierno. Desde la cabecera de línea se enviaban noticias u órdenes mediante mensajes codificados y cifrados con detección-corrección de errores, mediante grafías (hoy llamamos “datos”), que se transmitían mediante un dispositivo de 7 m de altura colocado en la cubierta de las torres. Los signos (grafías) recibidos eran sucesivamente repetidos por los torreros, sin saber el significado del mensaje, y de esta forma, de torre en torre, los mensajes llegaban en breve tiempo al otro extremo de la línea. La velocidad era muy variable, con buenas condiciones atmosféricas, en menos de una hora podía transitar un mensaje por las 30 torres que formaban la línea de Madrid a Valencia, velocidad media de más de 300 km/hora con puntas de 500-700 km/h.
Toda una revolución, ese mismo mensaje, usando el sistema tradicional del «correo de gabinete», el servicio de puestas a caballo, podía emplear hasta 3 o 4 días en llegar a Valencia. Lo cierto es que, durante varias décadas del siglo XIX, la voz «telégrafo» se asociaba a la telegrafía óptica, como la expresión «hacer telégrafos», recogida en los diccionarios de la época, y que se refería a «hacer las señales entre amantes». Más tarde se asociaría a electricidad.
La Telegrafía óptica ha sido rescatada del olvido, gracias a un compañero nuestro, Sebastià Olive Roig (La Canonja), Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones, que en 1990 recogió de muchas fuentes la información que quedaba y escribió su primer libro importante sobre este tema.
Telegrafía Óptica Civil Tarragona"
Las Torres del telégrafo son torres de señales que realizaban las funciones de estaciones repetidoras de mensajes codificados. Formaban parte de una red de transmisión de señales a distancia, son los orígenes de las redes de telecomunicaciones.
Aunque desde la antigüedad se habían utilizado varios sistemas de envío de información no será hasta finales del S. XIII que el francés Claude Chappe instauró el telégrafo óptico. Su desarrollo fue generalizado en toda Europa durante la primera mitad del siglo XIX, el sistema se vio favorecido por la aparición de las gafas de larga vista acromáticas que permitían ubicar las torres a distancias considerables, entre dos y tres leguas (de 8 a 12 km). En España el introductor fue el General Mathe, que fue nombrado el primer Director General de Telégrafos.
Tenían un uso civil para el gobierno. Desde la cabecera de línea se enviaban noticias u órdenes mediante mensajes codificados y cifrados con detección-corrección de errores, mediante grafías (hoy llamamos “datos”), que se transmitían mediante un dispositivo de 7 m de altura colocado en la cubierta de las torres. Los signos (grafías) recibidos eran sucesivamente repetidos por los torreros, sin saber el significado del mensaje, y de esta forma, de torre en torre, los mensajes llegaban en breve tiempo al otro extremo de la línea. La velocidad era muy variable, con buenas condiciones atmosféricas, en menos de una hora podía transitar un mensaje por las 30 torres que formaban la línea de Madrid a Valencia, velocidad media de más de 300 km/hora con puntas de 500-700 km/h.
Toda una revolución, ese mismo mensaje, usando el sistema tradicional del «correo de gabinete», el servicio de puestas a caballo, podía emplear hasta 3 o 4 días en llegar a Valencia. Lo cierto es que, durante varias décadas del siglo XIX, la voz «telégrafo» se asociaba a la telegrafía óptica, como la expresión «hacer telégrafos», recogida en los diccionarios de la época, y que se refería a «hacer las señales entre amantes». Más tarde se asociaría a electricidad.
La Telegrafía óptica ha sido rescatada del olvido, gracias a un compañero nuestro, Sebastià Olive Roig (La Canonja), Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones, que en 1990 recogió de muchas fuentes la información que quedaba y escribió su primer libro importante sobre este tema.
Telegrafía Óptica Civil Tarragona"
No hay comentarios:
Publicar un comentario