Equipo ganador: Francesc Mitjans, Antoni de Moragas, Ramon Tort, Antoni Perpinyà, Josep Antoni Balcells y Josep Maria Sostres
Entidad convocante: COACB (Colegio de Arquitectos de Cataluña y Baleares)
Jurado: Pedro Cendoya Oscoz (Dirección General de Arquitectura); Manuel de Solà-Morales i de Rosselló (COACB); Buenaventura Bassegoda Musté (Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona);Adolf Florensa Ferrer (Ayuntamiento de Barcelona); Francisco de P. Nebot Torrens (Fiscalía Delegada de la Vivienda); José María Ayxelá Tarrats (Gobiern Civil de la Provincia); José Feliu Gusiñé (Cámara de la Propiedad Urbana); José María Segarra Solson (arquitecto nombrado por los concursantes)
Premios: 1.er: 30.000 pesetas; 2.º: 15.000 pesetas; 3.er: 10.000 pesetas
El 13 de enero de 1949, el Colegio de Arquitectos de Cataluña y Baleares convocó un concurso de ideas para resolver el problema de la vivienda económica en Barcelona. El equipo que resultó ganador estaba articulado en torno a Francesc Mitjans, junto con Josep Antoni Balcells, Antoni de Moragas, Antoni Perpinyà, Josep Maria Sostres y Ramon Tort. Era la primera vez desde el GATPAC que los principales arquitectos catalanes se unían para afrontan conjuntamente una cuestión de enorme trascendencia social.
Mientras preparaban su propuesta, participaron en la V Asamblea Nacional de Arquitectos, que se celebró entre el 10 y el 17 de marzo de 1949 en Barcelona, Palma de Mallorca y Valencia. Uno de los temas tratados en aquel encuentro fue la necesidad de un Plan de Urbanismo para el Estado español que diese soluciones a las necesidades habitacionales de las clases populares. Con motivo de la V Asamblea, tuvo lugar en el Salón del Tinell de Barcelona una muestra de arquitectura iberoamericana contemporánea. En la Llotja de Valencia, donde se cerró la Asamblea, Gio Ponti dictó una conferencia sobre la modernidad arquitectónica que fascinó a los asistentes. Días antes, el 7 de marzo y en el Ateneo Barcelonés, el arquitecto italiano Alberto Sartoris impartió la charla titulada «Le Founti della Nuova Architettura», dentro de un ciclo organizado por el COACB, que tuvo como objetivo explorar las nuevas corrientes en la arquitectura y el urbanismo europeos.
La propuesta ganadora analizaba la situación de la vivienda obrera a partir de un completo estudio económico y sociológico, prácticamente sin acudir a soluciones arquitectónicas. El trabajo contenía algunas plantas con diferentes distribuciones para diversos tipos de casas como base para un cálculo de superficies con relación a precios, financiamiento, alquileres, terrenos necesarios, etc.
Esta investigación provocó que el Ayuntamiento de Barcelona y otros organismos oficiales pusieran en marcha, durante los años cincuenta, la creación de dos grandes grupos de habitación obrera: las viviendas del Congreso Eucarístico y, posteriormente, el polígono Montbau. El concurso y la V Asamblea Nacional de Arquitecto fue el germen de la aparición, en 1951, del Grup R."
Ver: https://ajuntament.barcelona.cat/lavirreina/es/exposiciones/lineas-duras/666#none
En 1985, Carles Martí y Xavier Monteys publicaron un artículo itulado «La línea dura», con el que presentaban el número de despedida de la revista 2C. Este texto recorría el trabajo de un grupo de arquitectos —Hannes Meyer, Hans Wittwer, Mart Stam, Johannes Duiker o Evan Owen Williams, entre otros— que durante los años treinta, en el seno del Movimiento Moderno, priorizaron los problemas constructivos frente a las justificaciones estéticas. Martí y Monteys acuñaron incluso una nueva categoría para referirse a estos autores y a sus obras, a los que denominaron «el ala radical del racionalismo».
Parafraseando el título de aquel artículo, podríamos aventurar que, entre 1949 y 1974, se desarrolló en Barcelona un conjunto de propuestas desde el campo de la arquitectura, el diseño y el urbanismo que, vistas en perspectiva, constituyen «líneas duras» respecto a las tendencias hegemónicas de cada período, una suerte de tradición no siempre subrayada —acaso pendiente de recuperarse en el futuro— que ofrece tres rasgos esenciales: el intento por abrir las disciplinas a unos nuevos usos colectivos y a unos paradigmas que evolucionasen las retóricas formales de cada momento; la superación del proyecto como simple metodología teórica y su transformación en herramienta con la que comprender y mejorar la esfera pública; el enfrentamiento a los conflictos ciudadanos sin el empleo de fórmulas corporativas, modelos preformateados o soluciones ejemplarizantes.
La presente muestra reúne 29 casos de estudio ordenados cronológicamente y reconstruidos mediante documentos, textos e imágenes que, en su mayoría, se enseñan por primera vez dentro de un contexto expositivo.
Línies dures. Edificis, disseny i urbanisme a Barcelona (1949-1974) comienza y termina con una misma preocupación por los lugares y las condiciones en las que viven las clases subalternas locales, es decir, empieza con el concurso «Vivienda Económica en Barcelona 1949» y termina con la publicación, en 1974, del Contra Plan de la Ribera, elaborado por el Laboratorio de Urbanismo de Barcelona (LUB), el cual respaldaba las reivindicaciones vecinales frente a la opción técnico-política oficial de reestructuración de la zona litoral.
La exposición se completa con un itinerario por cinco dependencias distintas —debidamente señalizadas— de la editorial Gustavo Gili, lo que permite entender su morfología arquitectónica original. Por último, se ha seleccionado una serie de imágenes que Francesc Català-Roca realizó sobre el edificio en el momento de la construcción y apertura.
Este reportaje, junto con las numerosas instantáneas del mismo autor incluidas en cada caso de estudio, forman un conjunto de más de un centenar de fotografías que se inscriben dentro de los actos conmemorativos por el centenario de su nacimiento"
Ver: https://ajuntament.barcelona.cat/lavirreina/es/exposiciones/lineas-duras/666#none
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