martes, 1 de septiembre de 2020

03/06/2020 Colegio San Ignacio (Jesuitas de Sarrià)

 "La escuela conocida como los Jesuitas de Sarrià. En 1892 la Compañía de Jesús adquirió la casa Gardenyes, con sus amplios jardines. El edificio que ahora podemos contemplar se construyó entre 1893 y 1896 y pronto se convirtió en el centro de enseñanza más emblemático de la burguesía barcelonesa.

El edificio, de grandes dimensiones, tiene una estructura simétrica, articulada en torno a dos claustros, con un cuerpo central donde está la entrada principal, la escalera, la capilla y el salón de actos. De estilo neogótico, está inspirado en los colleges ingleses.

El Inventario del Patrimonio de la Generalidad de Cataluña hace la siguiente descripción:
La fachada recoge la estricta composición simétrica de la planta, con un cuerpo central diseñado como un muro-cortina de ventanales y vidrieras, coronado por una torre central y con una cuculla en el extremo meridional de la fachada, no habiendo sido nunca concluida su gemela del extremo septentrional. Las fachadas presentan los elementos portantes y los marcos de las aberturas acabados en ladrillo rojizo, mientras que los paramentos presentan un aplacado de piedra en forma de mampostería común, creando una bicromía de gran plasticidad. Todas las aberturas de la fachada presentan forma de arcos escarzanos, a excepción de las ojivas de ladrillo que se abren en la segunda planta de los cuerpos laterales y del cuerpo central. El cuerpo central acoge el acceso principal al edificio, configurado por un pórtico de tres arcos escarzanos de piedra apoyados sobre pilares octogonales de capitel neo-gótico vegetal. Las dovelas clave de estos arcos presentan los escudos de la Compañía de Jesús y de Loyola. Sobre este pórtico reposa un transparente muro-cortina de dos pisos de altura que se abre al jardín mediante grandes ventanales rebajados adornados con tracería ojival de piedra. El cuerpo central queda coronado por un conjunto de pináculos que enmarcan la imagen en piedra de San Ignacio de Loyola y dos medallones con el acrónimo "AM" del Ave María. Por encima de este cuerpo central sobresale una gran torre de planta cuadrangular flanqueado por cuatro torretas ochavadas que contienen las escaleras de caracol que dan acceso a la cima de la torre. Estas torretas se presentan perforadas con espejos y son coronadas por pináculos  cubiertos con escamas de cerámica vidriada multicolor. Los pabellones laterales se presentan coronados con tejados de cuatro vertientes acabadas con el mismo material. El cuerpo meridional presenta las ventanas de la buhardilla con un potente enmarcado de piedra coronado por un gablete de regusto gotizante. En las esquinas, dos torres de planta cuadrada sobresalen de la línea de cornisamento, pero sólo la torre meridional fue concluida con una alto pinñaculo ochavado cubierto con escamas de cerámica vidriada multicolor.

El vestíbulo principal, al que se accede desde el pórtico, es un amplio espacio que contiene la escalera principal flanqueada, a ambos lados, por los accesos a la capilla y el salón de actos. El arranque de la escalera principal se presenta enmarcada por un segundo pórtico de voluminosos pilares octogonales de piedra y arcos de ladrillo al sardinel. En este espacio se conservan los forjados, los suelos y los arrimaderos originales.

La Capilla, a la que se accede por medio de tres puertas ojivales de piedra, conserva la práctica totalidad de sus elementos originales. Se trata de un gran espacio de planta rectangular con un coro sobreelevado que contiene el órgano y una cabecera plana flanqueada por una crujía de arcos ojivales. Los muros de la capilla están adornados con un falso presbiterio de tracería pétrea y de mármol rosado y sus rosetones superiores, inscritos dentro de ojivas. El espacio queda cubierto por un potente forjado de madera adornado con casetones y rosetones de madera sostenido por semibóvedas con nervaduras que se reúnen en las diversas pilastras de sección polilobular adosadas a los muros. El resultado es uno de los espacios más ricamente ornamentado del conjunto, desplegando con maestría gran cantidad de soluciones estéticas provenientes de la tradición gótica británica.

El Salón de Actos, al que también se accede por medio de tres puertas, consiste en un espacio de planta rectangular con una tribuna volada que recorre sus muros y con un escenario al fondo. La sala conserva los mosaicos originales, así como sus arrimaderos de maderas nobles y los damascos con insignias jesuíticas que cubren los muros. La tribuna, cerrada con una rica barandilla de latón, se sostiene sobre columnas de mármol rosado que flotan sobre ménsulas de piedra adosadas al muro. El escenario, consistente en una tarima de madera noble, queda flanqueado por dos hornacinas gotizantes con esculturas alegóricas referentes a la educación católica. El espacio queda cubierto por un rico artesonado de madera y con talla neogótica.
"

Ver: https://www.poblesdecatalunya.cat/element.php?e=10454

"SAN IGNACIO, UN COLEGIO DIFERENTE EN BARCELONA DE 85.000 METROS CUADRADOS

El Colegio San Ignacio de Sarriá, conocido también como los Jesuitas de Sarrià, está situado en la parte alta de Barcelona, y es diferente a cualquier otro colegio de Barcelona, entre otras cosas porque ocupa una superficie de nada menos que 85.000 metros cuadrados. 
 
La compañía de Jesús compró en 1892 la finca Gardenyes para instalar allí este colegio. Por allí pasaba antes la riera Gardenyes y entonces había una casa con enormes jardines. Hoy estos terrenos son la ambición de todos los constructores y especuladores de Barcelona. ¿Te imaginas el valor actual de esta superficie como suelo edificable?, incalculablemente equidistante con los votos de pobreza de la compañía de Jesús.

Al edificio principal del colegio se accede por la calle Carrasco i Formiguera 32 y es de estilo neogótico. Tiene dos torres, una parcialmente inacabada, fachadas de ladrillo rojizo y ventanales con arco ojival. Su arquitecto fue Joan Martorell, maestro de Antoni Gaudí y la persona que lo recomendó para hacerse cargo de la Sagrada Familia.

Los usos que la compañía ha dado a esta adquisición han sido diferentes. El edificio se inauguró a finales de 1895, al principio únicamente en régimen de internado, en un edificio inacabado que se concluyó en 1926. En 1914 dejó de ser colegio para ser facultades de Filosofía y Teología de la Compañía hasta que en 1927 el edificio se vuelve a abrir como colegio compartiendo uso con el de la facultad.

Con la expulsión de los jesuitas durante la II República, el colegio es confiscado y pasa a ser escuela pública, hasta 1939 en que el colegio es recuperado.

Fui alumno de este colegio entre los años 1963 y 1968, entonces la calle donde está se llamaba Doctor Amigant y recuerdo especialmente la gran disciplina que se impartía y que supongo se basaba en los origines castrenses de su fundador, Ignacio de Loyola, que no fundó “una orden de sacerdotes”, fundó “la compañía de Jesús”, que no era gobernada por un “sacerdote superior”, lo era por el “general de la compañía”. Todo allí me recordaba el ámbito militar, las “clases” eran “secciones”, un conjunto de clases se llamaban “brigadas”. Íbamos a todas partes a golpe de silbato en fila de a dos y los méritos académicos se premiaban con medallas. Espero que actualmente el colegio funcione más civilmente.

Si visitáis el colegio, además de su arquitectura exterior, no dejéis de visitar su capilla y especialmente su sala de actos, un referente de larquitectura escolar de finales del s. XIX."
 
calle Carrasco i Formiguera 32  
 






















 
 
(Foto aérea: Google Maps)


No hay comentarios:

Publicar un comentario