La restauración ha permitido efectuar una profunda limpieza
Jueves 31 Enero 2019
La mítica y emblemática escultura de La Sirena –obra de Pere Jou, que fue culminada en 1965– ya está a punto para lucir como en sus
orígenes. La restauración llevada a cabo por iniciativa de la Concejalía
de Cultura del Ayuntamiento y el Consorci del Patrimoni de Sitges ha
permitido recuperar una obra que había sufrido los efectos de la
corrosión, provocados por su ubicación junto al mar. La escultura está
actualmente en Can Falç–que provisionalmente se ha adaptado como taller
de restauración para llevar a cabo esta actuación– y se trasladará en
las próximas semanas a su emplazamiento actual: el espigón de la Punta,
bajo la iglesia de Sitges.
La restauración ha tenido como finalidad estabilizar la pieza y recuperar su espíritu original. El proceso de actuación se inició con una desalación de la obra y continuó con una profunda y exhaustiva limpieza de la escultura, para eliminar las sales solubles y las impurezas que había adquirido: desde chicles hasta pintadas, pasando por todo tipo de microorganismos. La tarea ha incluido una estabilización del metal, con un tratamiento inhibidor, además de actuaciones de reintegración y protección en su superficie. La restauración ha corrido a cargo de Mamen Fradera, una profesional con un amplio currículum en actuaciones de recuperación de esculturas de valor patrimonial y artístico, bajo la supervisión de Pep Pascual, restaurador de los Museos de Sitges.
La escultura tenía su capa notablemente dañada. Su ubicación, accesible a la gente –aunque durante años estuvo en un pedestal en la Ribera– la convirtió en excesivamente vulnerable y objeto de un desgaste continuo. Además, los efectos del mar, la humedad y el aerosol marino habían generado unas formaciones enriquecidas de sales que se depositaban en sus interiores y que tenían como consecuencia la corrosión.
Pere Jou comenzó a confeccionar La Sirena en 1955, cuando la moldeó en yeso. Cuando el escultor murió, en 1964, un grupo de intelectuales de Sitges promovieron una suscripción popular, que permitió la fundición de la pieza en bronce para su posterior instalación, bajo la Punta. Desde hace décadas, La Sirena es una de las esculturas más emblemáticas de Sitges.
La restauración de La Sirena está incluida en plan de la Concejalía de Cultura y el Consorci del Patrimoni de Sitges para recuperar esculturas patrimoniales de la vía pública. El año pasado se efectuó la restauración y actuación preventiva del monumento al Dr. Robert (Josep Reynés, 1907), en la plaza del Ayuntamiento, y próximamente se hará lo mismo con el arcángel de la Casa Lola Anglada, también en la plaza del Ayuntamiento, uno de los edificios que forman parte del complejo de Maricel. El plan también prevé intervenir en la mejora de las placas de los premios de los concursos de alfombras de flores de Corpus instaladas en varios edificios del centro de la población."
Ver: http://museusdesitges.cat/es/noticias/la-sirena-de-pere-jou-recupera-su-estado-original
Espigó de la Punta
La restauración ha tenido como finalidad estabilizar la pieza y recuperar su espíritu original. El proceso de actuación se inició con una desalación de la obra y continuó con una profunda y exhaustiva limpieza de la escultura, para eliminar las sales solubles y las impurezas que había adquirido: desde chicles hasta pintadas, pasando por todo tipo de microorganismos. La tarea ha incluido una estabilización del metal, con un tratamiento inhibidor, además de actuaciones de reintegración y protección en su superficie. La restauración ha corrido a cargo de Mamen Fradera, una profesional con un amplio currículum en actuaciones de recuperación de esculturas de valor patrimonial y artístico, bajo la supervisión de Pep Pascual, restaurador de los Museos de Sitges.
La escultura tenía su capa notablemente dañada. Su ubicación, accesible a la gente –aunque durante años estuvo en un pedestal en la Ribera– la convirtió en excesivamente vulnerable y objeto de un desgaste continuo. Además, los efectos del mar, la humedad y el aerosol marino habían generado unas formaciones enriquecidas de sales que se depositaban en sus interiores y que tenían como consecuencia la corrosión.
Pere Jou comenzó a confeccionar La Sirena en 1955, cuando la moldeó en yeso. Cuando el escultor murió, en 1964, un grupo de intelectuales de Sitges promovieron una suscripción popular, que permitió la fundición de la pieza en bronce para su posterior instalación, bajo la Punta. Desde hace décadas, La Sirena es una de las esculturas más emblemáticas de Sitges.
La restauración de La Sirena está incluida en plan de la Concejalía de Cultura y el Consorci del Patrimoni de Sitges para recuperar esculturas patrimoniales de la vía pública. El año pasado se efectuó la restauración y actuación preventiva del monumento al Dr. Robert (Josep Reynés, 1907), en la plaza del Ayuntamiento, y próximamente se hará lo mismo con el arcángel de la Casa Lola Anglada, también en la plaza del Ayuntamiento, uno de los edificios que forman parte del complejo de Maricel. El plan también prevé intervenir en la mejora de las placas de los premios de los concursos de alfombras de flores de Corpus instaladas en varios edificios del centro de la población."
Ver: http://museusdesitges.cat/es/noticias/la-sirena-de-pere-jou-recupera-su-estado-original
Espigó de la Punta
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