domingo, 6 de febrero de 2022

17/11/2020 Tesoros del Museu del Disseny XVII: Javier Mariscal (Cobi y Carnaval 82)

"La figura de Cobi. Diseñada por Mariscal cuatro años antes de los Juegos Olímpicos, este pastor catalán fue el emblema y la huella en el ámbito del diseño gráfico. ¡Seguro que lo has tenido en casa en múltiples formas!"

Ver: https://ajuntament.barcelona.cat/museudeldisseny/es/noticia/25-anos-olimpicos-5-objetos-de-diseno



"Descripción

La figura Cobi fue diseñada por Javier Mariscal en 1988 como mascota oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Cobi representa un perro con características humanas y se comporta como una persona (o compite como un atleta), necesidades indispensables para la mascota representativa de los juegos deportivos. Así, a pesar de tener el dorso ligeramente plano respecto del volumen frontal y no disponer de cola, siempre camina erguido, como las personas, tiene unas patas que son piernas y brazos, un morro que es boca y unas zarpas que son manos. De este modo, el fiel amigo del hombre se muestra sonriente, con unos brazos abiertos que simbolizan hospitalidad, con las orejas levantadas prestando atención y con una boca sonriente y llena de felicidad.

El Comité Olímpico Español convocó un concurso restringido para escoger, entre diversos modelos de mascotas, a la que representaría oficialmente a Barcelona. En el concurso participaron Ferran Amat, Ángel Beaumont, Francesc Capdevila, Javier Mariscal, Francesc Petit y Pere Torrent. El 29 de enero de 1988 se hizo pública la decisión del jurado, que eligió la propuesta de Mariscal. El diseñador se inspiró en el perro de pastor catalán, y su diseño procedía del mundo del cómic y la ilustración.

La adaptación volumétrica de la pieza contó con la colaboración de Esteve Agulló y del diseñador gráfico Josep Maria Trias Folch, autor también del logotipo de Barcelona’92 que Cobi lleva en el pecho. En aquel momento, ambos formaban parte del equipo Quod, Diseño y Márqueting, S.A., que llevó a cabo el proyecto de normalización tridimensional de la mascota, que mide 15 cm de altura, es de aluminio y pesa 670 g.

En 1989 la empresa Pilma Disseny produjo el Cobi en dos versiones: aluminio y bronce, e hizo una tirada de 10.000 piezas. Un año antes de abandonar la producción, en 1992, se fabricó también en resina sintética, material que le proporcionó el color carnoso de los humanos. La misma empresa lo distribuyó en España embalado en una consistente caja de cartón a dos tintas (negro y plata). Como era de esperar con una figura tan representativa, Cobi consiguió un gran impacto social y un enorme éxito comercial, y se vendió mucho entre 1989 y 1992.

Sin embargo, no hay que olvidar que la figura de Cobi se produjo en muchos otros soportes y materiales, todos ellos propios del merchandising de este tipo de productos orientados básicamente hacia el consumo.

Sin ningún género de duda, la radical modernidad de Cobi se pone de manifiesto en el hecho de que no recuerda en absoluto a las mascotas que lo habían precedido, basadas en una estética pseudowaltdisneyiana. Seguramente por esto, al principio fue objeto del rechazo popular, aunque la simpática barriguita, la estética poco combativa y la imagen de ingenuidad y bondad que transmite le hizo muy pronto ganar adeptos hasta el punto de convertirse en uno de los símbolos más representativos de la Barcelona de finales del siglo XX.

Rossend Casanova·"
 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario