La cerámica, como el resto de las llamadas artes decorativas, es fundamental para definir un edificio como modernista. Entroncando con la tradición de la época medieval, arquitectos, artistas y artesanos, intentan a finales del siglo XIX, crear un estilo moderno con personalidad propia.
Son primero los grandes creadores los que diseñan piezas exclusivas para sus edificios: el mismo Domènech i Montaner, Antoni Gaudí o Josep Puig i Cadafalch. Una cerámica que tiene una doble función. Primero como elemento práctico, un material higiénico, de fácil mantenimiento y durabilidad. Y segundo, y especialmente, la cerámica ofrece un amplio abanico de posibilidades decorativas que Domènech i Montaner supo llevar a su máximo esplendor: azulejos decorados a la trepa, piezas en relieve, paneles historiados, mosaico de teselas cerámicas o aplicado con la técnica del trencadís. Con un material relativamente económico y de carácter industrial, se lograba individualizar los edificios y alcanzar la suntuosidad deseada.
La demanda de estos creadores y su exclusiva clientela estimuló una industria, especialmente en Cataluña, Valencia o Sevilla, que hacia 1900 producía millones de piezas anuales para abastecer un mercado (nacional e internacional) ávido de unos azulejos que se habían convertido en un símbolo de modernidad y confort.
El fondo de la Casa museu comprende cerámica usada por Domènech i Montaner desde sus primeras obras, como el Restaurante de la Exposición Universal de Barcelona de 1888 o el Seminario de Comillas a sus construcciones más emblemáticas como el Palau de la Música o el Hospital de Sant Pau. Además han colaborado coleccionistas particulares y museos (Museu d’Arenys de Mar, Museu del Disseny de Barcelona, Museus d’Esplugues de Llobregat) presentando una selección de piezas que abarca desde el siglo XIV al XX, con cerámicas diseñadas por autores como Antoni Gaudí o Josep Puig i Cadafalch y muestras de las producciones industriales de fábricas de Onda y Manises (Comunitat Valenciana), Barcelona o Sevilla. Unos elementos decorativos que, muchas veces, por su situación en los edificios, son difícilmente apreciados, y que vistos de cerca permiten observarlos en toda su riqueza de detalles."
Ver: http://www.infoceramica.com/2017/03/exposicion-la-ceramica-modernista-y-lluis-domenech-i-montaner/
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