Descubierta en Sarrià la Casa Borrell de Puig y Cadafalch, de 1908 y dada por desaparecida
Yendo con los Ferrocarriles de la Generalitat, desde el Peu del Funicular de Vallvidrera a Sarrià, en Barcelona, en un momento dado aparece a mano derecha la cresta de una casa, con tejado a dos aguas y una pila de ventanas rigurosamente alineadas. No parece una obra cualquiera, pero las casas de alrededor no dejan ver más y desaparece repentinamente. Desde aquella parte no hay ningún otro punto desde donde se pueda ver.
Por la calle de Anglí, entre torres modernistas y novecentistas y bloques modernos de poca altura, de acuerdo con la normativa municipal de la zona, que han suplantado otros antiguos chalets, hay una valla curiosa, correspondiente al número 56. Una pared hecha con piedra a medio devastar, pilares redondeados y rejas de forja trenzada en forma de celosía que, sin embargo, han velado con planchas opacas de hierro para privar del todo la vista en el interior. Tras la reja sobresalen muchos árboles y, al fondo, un gran tejado. Mirando por las rendijas de la reja y por el agujero de la cerradura se ve mejor el edificio, y en una de las fachadas se pueden identificar las nueve ventanas alineadas en la parte superior que se ven pasando en tren por el otro lado.
Es una construcción muy especial, de aires medio ingleses, medio alpinos, austera y bien diseñada, con mucho carácter a pesar de no tener ningún ornamento más allá de un cuerpo semicircular desplazado a un lado, en forma de galería cubierta a doble altura, remarcada en el primer piso con montantes gruesos de madera que se bifurcan para crear arcos ojivales ciegos, que son los que le acaban dando singularidad.
Los vecinos no saben gran cosa de esta construcción: la llaman "la casa de estilo Tudor", por los curiosos montantes de la galería que se ven cuando entran y salen coches de los que la habitan, y dicen que la ama, de la que no saben el nombre, hace tiempo que ingresó en una residencia geriátrica. Desde los años treinta o los primeros cuarenta, el edificio está dividido en dos viviendas, y una de ellas, la que corresponde al primer piso, actualmente está alquilada a unos extranjeros que tampoco dan demasiadas explicaciones. En el Archivo Histórico del Ayuntamiento de Sarrià no está el plano de licencia de la obra. Pero entre las 750.000 fotografías que hay en el Archivo Fotográfico del Centro Excursionista de Cataluña (AFCEC), hay una fotografía de la casa, apenas acabada de construir, aunque no está ni fechada ni situada y está catalogada con el nombre de otro arquitecto. Se la ve flamante, con toda su pureza de líneas, y se puede comprobar que no ha cambiado tanto como podría parecer a primera vista.
En 2009, coincidiendo con el centenario de la fundación del Centro Excursionista, la AFCEC pudo digitalizar 40.000 fotografías de su nutrido fondo, gracias a una ayuda de La Caixa que también le permitió adecuar y modernizar sus instalaciones para preservar material y darlo a conocer mejor. Una parte importante de las imágenes digitalizadas está incluida en el proyecto de acceso abierto Memoria Digital de Cataluña, integrado en Europeana, y también se puede consultar en la web de la entidad. Allí, la foto del chalet de la calle de Anglí consta como "Casa particular construida por el arquitecto Rubió en Barcelona", título otorgado por quien hizo la catalogación moderna. Los archivos fotográficos deben ser accesibles al público y los usuarios para que unos y otros son los que a menudo tienen la información de las imágenes más allá de la pura descripción técnica y burocrática. Es lógico que quien elabora las fichas básicas no entienda de todo ni tenga tanta información sobre las imágenes tan variadas y dispares que inspecciona. La identificación errónea podría venir porque, al mismo grupo de placas de vidrio, de las que no se sabe el autor, hay otras torres fotografiadas del arquitecto modernista Joan Rubió i Bellver, como la Casa Manuel Dolcet, también en Sarrià , al otro lado de la vía, o la Torre dels Pardals y las casas Roviralta y Golferichs, entre otros, a parte de los magníficos, y abandonados, lavaderos del Sanatorio Antituberculoso de Vallvidrera.
Aunque Rubió i Bellver, discípulo y colaborador de Gaudí, fue muy heterodoxo, con varios estilos simultáneos y muy diferentes entre sí, esta obra no parece suya, ni mucho menos. Miradas con atención, tanto la valla como la casa de la calle de Anglí parecen ser de Puig y Cadafalch, el momento en que estaba dejando las referencias historicistas, neogóticas o neobarrocas, para reflejarse en la arquitectura centroeuropea, a pesar de que, a la larga, acabaría inmerso de nuevo en los eclecticismos de carácter histórico. Pero en ninguna de las publicaciones catalanas dedicadas al arquitecto sale una imagen, plano o fotografía que se pueda identificar con esta casa.
Llegados a este punto, es cuando entra en escena el estudioso Valentín Pons, autor del Inventario general del Modernismo que a pesar de que fue editado en 2006 en castellano en formato mixto papel / DVD (Ediciones del Serbal), responde a un proyecto abierto que va ampliando y revisando de forma constante. El inventario de Pons es un banco de datos iniciado en 1997 que recoge miles y miles de autores y obras y que actualiza día a día gracias a la red de contactos que ha creado mediante su blog Modernismo (http: // vptmod. blogspot.com.es/), un trabajo ingente y obsesiva que contó desde un primer momento con el apoyo decidido del primer director de la Cátedra Gaudí, Joan Bassegoda Nonell, pero que, en cambio, no se le reconoce como se merece en el mundo académico barcelonés, por más que todo el mundo le ronda la información recopilada, mientras que su trabajo es ampliamente reconocida fuera. No hace mucho, Pons descubría una obra inédita de Puig y Cadafalch, de la que nadie sabía nada de nada: el almacén y cubierto de Jacint Ballesté, con planos de 1902, construido en la calle de Esparreguera, esquina con Gran de Gracia. Una edificación que, aunque muy degradada, aunque se mantiene derecha y guarda muchas concomitancias con la Casa del Dr. Sastre y Marqués en Sarrià.
Pons identificó pronto la casa de la calle de Anglí porque tenía los planos entrados en su ficha correspondiente del Inventario. Se trataba de la Casa Borrell Macià, de 1908, que constaba como derribada. Las imágenes de los planos a su inventario no proceden del Archivo Municipal de Sarrià, que Pons conoce palmo a palmo, sino de un libro alemán prácticamente desconocido en Cataluña dedicado a Puig i Cadafalch y que Bassegoda guardaba fotocopiado en la Cátedra Gaudí: Josep Puig i Cadafalch (1867-1956). Katalanismus und Internationalität in der Architektur. Se trata de una extensa monografía escrita por la doctora en historia del arte Andrea Mesecke y editada en 1995 por Peter Lang (Frankfurt / Bern / New York). Se trata de la única publicación en la que aparece una imagen de la casa, que consta como Borrel, sin la otra ele. El trabajo de Mesecke responde a su tesis doctoral, centrada en la obra del arquitecto catalán y presentada en la Universidad de Bonn en 1992.
La otra especialista principal en Puig y Cadafalch, la historiadora norteamericana Judith Rohrer, sitúa la casa en la calle de Anglí, pero no da más datos, más allá de la fecha de 1909, que es cuando se empezó a construir la obra. Rohrer se doctoró en 1984 en la Universidad de Columbia (Nueva York) con la tesis Artistic Regionalism and Architectural Politics in Barcelona, 1980/10. Un tiempo después, en 1989, junto con el arquitecto Ignasi de Solà-Morales, fue la comisaria de la gran exposición que La Caixa dedicó al político y arquitecto.
En su labor exhaustiva, Rohrer tuvo acceso al archivo de Puig y Cadafalch, entonces todavía propiedad de los herederos del arquitecto. Entre los cientos de planos del archivo no figuran los de la casa Borrell Macià, sólo hay algunos documentos con las mediciones del terreno. Quizá fue a partir de esto que Rohrer pudo saber de la existencia de una casa en la calle de Anglí, sin poder precisar ni el número exacto ni la configuración del edificio.
Mesecke, en cambio, cuando estaba haciendo su investigación, instalada durante un tiempo en Barcelona gracias a una beca de estudios, localizó la torre y pudo entrar y contactar con los propietarios, que le facilitaron los planos originales que tenían del chalet. En las otras monografías sobre el arquitecto, editadas con posterioridad al catálogo de La Caixa pero también en el libro de Mesecke, se remiten simplemente a mencionar el nombre de la casa. Finalmente, en la Guía de la Ruta Puig i Cadafalch, editada por el Ayuntamiento de Barcelona en 2001 con motivo del Año Puig i Cadafalch, la Casa Borrell Macià consta ya directamente como desaparecida. Cabe decir que en ninguna de ellas figura en la bibliografía el libro de la historiadora alemana porque, de hecho, su libro sigue siendo un gran desconocido en Cataluña y, que se sepa, sólo hay cuatro ejemplares accesibles al público : uno en la Biblioteca de Cataluña, uno en la del MNAC, uno en la de la Universidad Pompeu Fabra y otro, de acceso más restringido, a la del Colegio de Arquitectos de la demarcación de Barcelona, aparte, claro, del ejemplar fotocopiado de la Cátedra Gaudí.
Una vez identificado el nombre de los promotores de la casa, ya no era difícil ir tirando del hilo y localizar sus descendientes, que han facilitado de forma gentil y entusiasta toda la información que tenían, especialmente Maria Amèlia Canals Borrell, que ha guardado en el archivo familiar algunas fotografías del exterior y el interior de la casa. Así se sabe que la obra había sido encargada a Puig i Cadafalch por su propia suegra, la acaudalada escritora Dolors Monserdà, viuda del joyero Eusebi Macià i Pujol, o quizás ya directamente por la hija de ésta, Maria dels Àngels Macià i Monserdà y su marido, el jurista Antoni Borrell i Soler.
El chalet era, pues, para los cuñados del arquitecto, que vivieron con los hijos hasta los primeros años cuarenta. Fue aún la familia Borrell Macià la que dividió la casa para hacer dos viviendas. Y, poco después, aunque en la misma década, la vendió al doctor Francesc Broggi Guerra, cuyos herederos son todavía los actuales propietarios. El doctor Broggi también hizo algunas reformas, como instalar persianas americanas dn la galería, pero en cuanto al aspecto exterior, ha sido, y todavía está, bien conservada. Quizá el principal cambio es la desaparición de las chimeneas originales del tejado, que eran bastante elaboradas, pero el resto mantiene a grandes rasgos el aspecto original, un hecho que no deja de ser insólito dado que no se trata de ningún edificio protegido, sobre todo porque se desconocía la existencia.
La Casa Borrell Macià forma parte de uno de los conjuntos más interesantes de la producción de Puig i Cadafalch, la serie de torres unifamiliares rodeadas de jardín que construyó entre 1900 y 1911, y que tendrían gran trascendencia en la arquitectura catalana del primer tercio del XX, porque muchos arquitectos jóvenes las tomarían como referente. El chalet de la cuñada de Puig i Cadafalch marca un punto de inflexión en este conjunto de casas, porque ya es muy desnudo, no tiene ninguna ornamentación, ni escultórica, ni con cerámica, ni con esgrafiados, elementos habituales en las obras del arquitecto mataroní. La estética se basa sólo en el juego de vacíos y llenos de las fachadas, anticipándose un poco a la arquitectura moderna de finales de los años veinte. ¿La austeridad fue por un tema de economía o conceptual? No lo sabemos, pero de hecho la obra que hizo poco después, la Casa Company, de 1911, con la que mantiene una relación estilística, tal como dice Mesecke, es más ornamentada, tanto desde las elaboradas rejas obradas por Miquel Ballarín , el herrero oficial del arquitecto, como por los esgrafiados con figuras del pintor Manuel Fontanals, entonces discípulo de Joaquim Torres García con sus amigos Manuel Cano y Josep de Togores, una obra emblemática que, según el historiador Enric Jardí, ya marcaba de forma decisiva al inicio del Novecentismo."
Ver: https://cat.elpais.com/cat/2016/09/14/cultura/1473882171_695966.html
Carrer d´Anglí 56
Y ver también el artículo de Valentí Pons, el descubridor: https://vptmod.blogspot.com/2016/10/barcelona-angli-puig-i-cadafalch.html?fbclid=IwAR0v16lKXUhJLw7CG8YhmYToZl56bLZxCvJBB92T4JmmHABYLNBpg4mNZlw
(Fotos aéreas; Google Maps)
Imagen de época de
la torre que Josep Puig y Cadafalch hizo en la calle Anglí, 56, y que,
aparte de mal documentada, se tenía por derribada. archivo centro
Excursionistas de Cataluña (en https://cat.elpais.com/cat/2016/09/14/cultura/1473882171_695966.html)
maravellós article!
ResponderEliminarQuina il.lusió! Gràcies per la informació. Es La casa on va néixer i es va criar el nostre avi, Josep Borrell Macià, el gran dels germans. Mai ningú m'havia parlat de la casa ni de la seva existència. Tan sols tenia jo 4 anys quan va morir el nostre avi. Sí vaig escoltar anècdotes, crec per part de l' oncle Manel Borrell Macià, de fets que hi van passar allí en els moments de la guerra civil, però puc estar confosa. Quan m' ho varen explicar ell ja era molt gran i jo una adolescent. O potser m' ho va explicar el nostre pare Josep Maria Borrell Felip i/ o la nostra tia Núria Borrell Felip.
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