"La sede del Ayuntamiento de Sant Martí de Provençals, que fue municipio independiente hasta 1897, es un edificio construido entre 1865 y 1868 y remodelado en 1888 por Pere Falqués en 1887, que le otorgó su carácter monumental. La reforma incidió en el cuerpo central sobresalido, enfatizado con columnas y un frontón semicircular de referencia clásica. Destaca especialmente la torre que corona la cúpula, con balcón de hierro y reloj, que parece inspirarse en la famosa Mole Antonelliana de Turín."
Una torre con un reloj a
cuatro caras corona la sede del distrito, construida a finales del siglo
XIX y desde la que se disfruta de una panorámica privilegiada de la
zona si se consiguen superar las restricciones de acceso
acceso está actualmente muy restringido, pero si finalmente uno
consigue hacerlo, disfrutará de una vista privilegiada sobre buena parte
del término de Sant Martí de Provençals. Hablamos de la torre que
corona la sede del distrito, en la plaza Valentí Almirall. Después de
trepar por una escalera de caracol, se abre una espectacular panorámica
que también ofrece una visión inédita desde el interior del reloj con
esferas a cuatro vientos situado en lo alto.
El interior del reloj, con esferas a cuatro vientos Xavi Casinos
La
torre se remonta a finales del siglo XIX, cuando se construyó la sede
consistorial. Hasta entonces, el gobierno municipal de Sant Martí –en
ese momento independiente de Barcelona– se reunía en el rectorado de la
cercana parroquia. Fueron los industriales locales los que patrocinaron
la construcción del edificio. La familia Casas-Guarro cedió los terrenos
y el arquitecto municipal, Antoni Rovira i Trias, dirigió las obras
entre 1865 y 1868. Posteriormente, en 1888, se hizo cargo Pere Falqués.
Desde
lo alto de la torre se divisa hasta la Sagrada Família por un lado y la
Torre Glòries de Jean Nouvel por otro. La torre contrasta con el estilo
neoclásico del edificio, en cuyo tímpano de la fachada sobrevive el
escudo del antiguo municipio, agregado a Barcelona en 1897 junto con
otras poblaciones del llano.
Acabada
en una cúpula de pizarra que protege el reloj a cuatro caras, está
inspirada en el edificio conocido como la Mole Antonelliana, uno de los
iconos arquitectónicos de la ciudad italiana de Turín. Otro elemento
singular de la torre es el balcón de hierro que la rodea a media altura.
La escalera de caracol que da acceso a lo alto de la torre Xavi Casinos
El
edificio conserva también en su interior un patio central cuadrado, hoy
cubierto, que actúa como recepción de la sede del distrito. El inmueble
está situado en el término de el Clot, uno de los barrios del distrito,
pero está orientado hacia el Poblenou, con el objetivo de contentar a
todos los núcleos urbanos que integran este vasto distrito."
Antes
de hablar de la plaza, interesante conocer un poco a don Valentín
Almirall i Llatzer que fue un periodista y político catalán, de carácter
republicano que buscó siempre la posibilidad de crear en España una
confederación de estados federales, para descentralizar la conexión tan
directa que existía con la capital Madrid. Ponía a Cataluña como ejemplo
de región interesante, para que el costumbrismo catalán fuera imitado
en una España donde lo que más predominaba era el latifundismo que se
daba en el campo, con la explotación sistemática de los campesinos que
componían el mundo agrario. Fue de alguna manera el impulsor del
nacionalismo catalán, que no lo exponía no como algo separatista sino
todo lo contrario, entendía que el espíritu catalán era válvula de
suficiente enjundia, para que pudiera ser imitada por otras regiones de
España, y de seta manera conseguir mayor prosperidad por todas partes.
De las ideas que iba exponiendo, partió el embrión de generar tiempo
después los primeros estudios para elaborar los estatutos de autonomía
para cada región de España. Fomentó y luchó en favor de recuperar una
lengua catalana que por el propio abandono de muchos catalanes, se había
ido quedando guarecida siempre en un segundo plano, sobre todo para
competir con la misma lengua española. Por eso dentro de su plantel
ideológico creó y diseñó un periódico escrito al completo en lengua
catalana, todo a pesa de no contar para nada con ninguna gramática ni
organización lingüística catalana, que le permitiera seguir algún
croquis concreto de escritura en caalán, aun así se lanzó en esta
aventura escribiendo como le gustaba de explicar al ritmo que se
hablaba, es decir interpretando por escrito y con letras lo que se decía
de palabra. Para eso creó un periódico que con el nombre de “Diari
Catalá”, se presentaba al completo escrito en lengua catalana. En lo que
se refiere a la plaza que lleva su nombre en la barriada de San Martín,
antigua villa de Sant Martí de Provençals, decir que la plaza se abrió a
finales del siglo XIX, cuando se empezaron a urbanizar muchas calles de
una villa que cada vez se iba industrializando más. Se le puso el
nombre de plaza de la Constitución. A partir del año mil ochocientos
noventa y seis, la villa de Sant Martí de Provençals al igual que otras
poblaciones de las que circundaban la vieja ciudad amurallada, se
unieron para pasar a formar parte de ser nuevos barrios de la creciente
ciudad de Barcelona. Esto comportó a que apareciera duplicado el nombre
de muchas calles, por eso en el año mil novecientos siete el alcalde de
Barcelona don Domènech Sanllehy procedió a cambiar el nombre de muchas
calles con el nombre repetido, para evitar la duplicidad. Y uno de los
nombres que cambió fue el de Constitución de la plaza del barrio de San
Martín, que lo cambió por el de plaça de Valentín Almirall, por hacer
honores de este periodista y político catalán que acabamos de citar. Y
es por eso que desde el año mil novecientos siete esta plaza del
distrito de San Martín se sigue conociendo en la actualidad como la
plaça de Valentín Almirall."
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