"Memoria
El edificio es un claro exponente de la influencia que ejerció la arquitectura purista centroeuropea sobre la sensibilidad de algunos arquitectos novecentistas. El edificio está dividido en tres partes: la planta baja y los primeros cuatro pisos están destinados a usos comerciales; los dos pisos siguientes son viviendas de alquiler, y los dos pisos últimos, en dúplex, están destinados a la vivienda del propietario, orientada claramente hacia el interior de la manzana. Esto representa una transgresión del orden habitual de las casas del Eixample, en la que la planta noble se reserva al propietario. La fachada articula las aristas y los órdenes verticales del edificio por medio de un único módulo de ventana posicionado de formas muy diversas, que diferencian el cambio de uso a partir de la planta cuarta. El uso de la estructura metálica y la excelente ejecución denotan una voluntad de asociar esta arquitectura con una rigurosa aplicación de los procedimientos constructivos.
Autor: Mauricio Pla
Fuente: Cataluña: guía de arquitectura moderna, 1880-2007
Ver: https://www.arquitecturacatalana.cat/ca/obres/casal-sant-jordi
Casp, 24-26/Pau Claris 81
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"El Casal Sant Jordi está situado en un chaflán de Barcelona, de
orientación norte. Una de las características más importantes del
edificio es que tiene una altura mucho mayor que los vecinos, lo que le
da un cierto aire de rascacielos. La posibilidad de realizar un edificio
relativamente tan alto es una consecuencia de las nuevas posibilidades
que ofrecen los ascensores mecánicos. Esto ha permitido tomar la
decisión más innovadora del proyecto que consiste en desarrollar un
programa mixto de actividades. De abajo arriba se superponen dos plantas
de locales comerciales, tres plantas de oficinas, tres plantas de
viviendas de alquiler y un ático para el propietario, que gestiona el
alquiler de todo el edificio.
La fachada refleja todas estas
innovaciones y se convierte en el elemento más expresivo del proyecto.
Está concebida como un gran lienzo, completamente liso, que se va
plegando ligeramente e introduce una serie de líneas verticales, sin
adornos, que unas veces se convierten en tribunas y otras en los giros
del chaflán. Son contrapuntos que atraviesan los distintos estratos
funcionales de la fachada. La escultura de Sant Jordi introduce una
simetría que de otro modo no existiría.
Autor: Xavier Llobet Ribeiro
Fuente: DOCOMOMO Ibérico
Ubicado en el distrito del Eixample, el Casal de Sant Jordi es un edificio entre medianeras que se encuentra en el chaflán norte de la manzana delimitada por las calles de Casp y de Pau Claris y la Ronda de Sant Pere y el Passeig de Gràcia . Dispone de una fachada que abarca los números 24 y 26 de la Calle de Caspe y el número 81 de la Calle de Pau Claris. El acceso principal se produce desde el número 26 de la Calle de Caspe.
De planta cuadrangular achaflanada, la estructura en alzado del edificio comprende planta baja, entresuelo, seis pisos, ático y azotea. El ático, que era la vivienda de la familia propietaria original, está resuelto en dos niveles escalonados y abiertos a una terraza trasera en la que se localiza un estanque con fondo de cristal que sirve, al mismo tiempo, de claraboya del patio interior de la parcela.
La fachada de la casa estructura sus aberturas en ejes horizontales de ritmo regular. De hecho, se trata del elemento más expresivo del proyecto. El plano de la fachada está concebido como un gran lienzo completamente liso que se pliega ligeramente y presenta una serie de líneas verticales, sin ningún tipo de ornamentación.
Se distinguen distintas tipologías de ventana que expresan las diferentes funciones de cada una de las plantas. La parte destinada a oficinas abarca el basamento del edificio (acabado con aplacado de piedra en planta baja y entresuelo) y los tres primeros pisos, que se abren al exterior por medio de tres niveles de ventanas rectangulares; la parte destinada a viviendas cuenta con los tres siguientes pisos, que se manifiestan en el exterior por medio de ventanas menos numerosas; la parte destinada a la vivienda del propietario (el ático) se hace evidente a través de siete ventanas tipo Chicago o apaisadas. Algunas de estas ventanas aportan mayor cantidad de luz al encontrarse incluidas en las cuatro tribunas angulares que ritmon la fachada y la dotan de nuevos ángulos para dar acceso a la luz. Los muros de la fachada están revestidos con un enlucido de mortero verde que contrasta con la piedra artificial de colores claros que enmarca cada una de las ventanas.
El acceso principal consiste en un gran portal flanqueado por dos portales menores coronados por dos sobrepuertas en relieve esculpidos por Joan Rebull. Estos cierres están hechos de bronce y vidrio y recogen, dentro de su verja a base de romboides, motivos alegóricos relacionados con la agricultura y el comercio. En la puerta lateral derecha, la reja acoge un relieve en fundición con el caduceo de Hermes, representado en el relieve pétreo de la sobrepuerta como un chico joven con un casco alado. En la puerta lateral izquierda, la reja acoge un relieve en fundición con espigas de trigo y una antorcha llameante, atributos de la diosa Deméter, representada en el relieve pétreo de la sobrepuerta como una chica joven con un ramo en la mano. Encima de estas puertas se conservan los carteles originales de numeración del edificio, unos carteles retroiluminados de bronce y vidrio. El portal central muestra una alegoría del ocio moderno, con una mujer leyendo un libro y un hombre sentado en un balaustre, rodeados de chumberas. El programa iconográfico de la fachada se cierra con una escultura de Joan Rebull que representa a Sant Jordi semidesnudo, de pie y sosteniendo su escudo sobre una ménsula.
El vestíbulo principal es el espacio que mejor ha conservado los elementos originales del edificio, tanto en su estructura como en los elementos muebles que lo configuran. En este sentido, cabe destacar las puertas de bronce y vidrio esmerilado que segmentan la zona y, sobre todo, la barandilla de la escalera principal, de líneas marcadamente arte Déco.
Este edificio fue construido por el arquitecto Francesc Folguerola i Grassi entre los años 1929 y 1931. Se trata del primer edificio barcelonés inspirado por las corrientes racionalistas provenientes de centroeuropa (junto con la Casa Josep Masana de la calle Lleida), atento a las innovaciones vanguardistas manifestadas a través de un aparato decorativo tendente al arte Déco. Sin embargo, la decoración escultórica en fachada se presenta como una concesión al último novecentismo catalán.
Fuente: Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña (IPAC)"
Ver: https://www.arquitecturacatalana.cat/ca/obres/casal-sant-jordi
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