Su proceso constructivo comenzó en 1528 y finalizó en 1782, aunque de forma inconclusa. Las originarias trazas, de estilo gótico, derivaron en un proyecto renacentista en cuyos planos participó Diego de Siloé. La catedral es una síntesis de estilos arquitectónicos, entre los que prevalece el Renacimiento sobre el primer Gótico de la antigua fábrica y los elementos barrocos añadidos desde principios del siglo XVIII.
Hasta el año 2012, fue el segundo edificio más alto de Andalucía, solo superado en su torre por la Giralda. La altura de sus bóvedas a nivel español solo es superada por la Catedral de Palma, siendo el templo catedralicio de Málaga, uno de los quince templos europeos con mayor altura en sus naves.
Historia
La Iglesia Catedral de la Encarnación de Málaga se comienza a construir en el año 1528 sobre el solar de la antigua mezquita Mayor o mezquita Aljama. Parece ser que el afamado arquitecto Enrique Egas, venido desde Toledo en compañía del maestro cantero Pedro López ya emite un primer informe en el año 1528 sobre sus trazas, tres años después de que el cabildo decidiera erigir un nuevo templo, siendo el mismo Pedro López, el encargado de dirigir las obras de la cabecera, diseñada por uno de los grandes maestros de la época, Diego de Siloé.
Después de un período de inactividad, el cabildo hace venir en 1549 a Andrés de Vandelvira, pasando el encargo al año siguiente a manos de Hernán Ruiz II, grandes exponentes ambos de la arquitectura renacentista en Andalucía; y luego a Diego de Vergara, maestro formado en Italia, y a su hijo de igual nombre; quienes trabajan en esta catedral hasta casi el final del siglo XVI. Así, por estas fechas ya estaban en pie la cabecera y la sacristía, y puede decirse que hasta entonces habían intervenido en el magno proyecto en mayor o menor grado todos los grandes maestros del Renacimiento andaluz.
La Catedral fue consagrada el 3 de agosto de 1588. El papa Pío IX declaró la catedral basílica menor el 13 de marzo de 1855. Por lo que es uno de los tres templos de la ciudad que cuentan con este título, junto a la Basílica de la Esperanza (1998) y al Santuario de la Victoria (2007).
Durante la Guerra Civil Española, la Catedral sufrió daños significativos debido a la violencia anticlerical, que afectó a numerosos edificios religiosos. Se perdieron valiosas obras de arte, como retablos, imágenes religiosas y mobiliario litúrgico, y aunque la estructura principal no colapsó, algunas áreas, como la capilla del Sagrario con su retablo de Alonso Cano, resultaron afectadas. Tras la guerra, especialmente en las décadas de 1940 y 1950, se llevaron a cabo trabajos de restauración que incluyeron la rehabilitación de capillas vacías con retablos traídos de otras regiones, la reproducción de obras perdidas y la creación de nuevas piezas. Algunas se preservaron gracias a medidas preventivas, como el retablo gótico de la capilla del Calvario, salvado al tapiarse la capilla durante el conflicto.
Catedral inconclusa
A principios del siglo XVIII, se retomó la finalización de la Catedral, cuyas obras habían quedado interrumpidas casi un siglo antes. Los arquitectos del momento, entre ellos José de Bada, Antonio Ramos y Ventura Rodríguez administrados por el canónigo racionero Tomás de Unzaga Amézaga y Paniza, aseguraron a los canónigos que, de no terminarse lo ya concluido, el templo corría peligro de venirse abajo. De este modo comenzaron las obras, construyéndose desde la actual fachada hasta el inicio del proyecto , donde comenzaba la parte ya construida e inaugurada en 1588. Para sufragar los enormes gastos de la obra, la Corona, tras la guerra de Sucesión, impuso un arbitrio o impuesto a los barcos que recalaban en Málaga, exigiéndoles una cantidad por cada arroba de peso que embarcaran. De esta manera, a lo largo de todo el siglo XVIII y en especial desde 1776 que se empezó a liberar el comercio con América gracias a la labor de las familias Unzaga, Gálvez y Molina, los trabajos avanzaron con rapidez. A fines de la centuria, se acabaron los presupuestos para terminar la obra ya que los destinó el rey Carlos III a través de los hermanos Ortega Monroy, canónigo y gentilhombre de Su Majestad, y del racionero canónigo Tomás de Unzaga Amézaga a su hermano el gobernador de Luisiana Luis de Unzaga y Amézaga, cuñado de Bernardo de Gálvez, para que se enviaran como ayuda a los estadounidenses que se habían alzado contra Inglaterra para conseguir su independencia. Hoy en día, una lápida bilingüe conmemora este hecho, que promovió en el pasado el hermanamiento de la ciudad de Mobile con Málaga. Esa ciudad americana se ofreció, incluso, a hacer una cuestación para conseguir la terminación de la Catedral en señal de agradecimiento, el resto del presupuesto de los impuestos portuarios se destinaron a rehabilitar los caminos de Vélez Málaga, Antequera, traer aguas a Málaga por el acueducto de San Telmo, el inicio del camino de Colmenar y el Monte Pío de la Hermandad de los Viñeros, principalmente para las viudas, huérfanos de las milicias que participaron en la Revolución americana. Así, la Catedral quedó inconclusa. Quedaron sin construir una torre –de ahí su mote de "La Manquita"–, el tejado, la sacristía mayor, la espadaña central, la ornamentación escultórica, etc.
El debate sobre la finalización de la Catedral sigue vigente, debido a que además de la inexistencia de su segunda torre y numerosos elementos decorativos, tampoco se construyó la cubierta de las bóvedas, lo que a partir del año 2000 se tradujo en serios deterioros en el interior del templo catedralicio, como desprendimientos en el bajorrelieve de las bóvedas debido a la filtración de humedades que obligaron a cubrirla con redes de seguridad.En el año 2009, se procedió a la primera restauración de carácter urgente de las cubiertas de la catedral por parte de la Junta de Andalucía. En el año 2011, se redacta el Plan Director de la Catedral de Málaga, que llevó a cabo otro arreglo provisional de las bóvedas cerámicas que estaban agrietadas en el año 2015, ya que la restauración del 2009 resultó ineficaz volviendo a producirse filtraciones, convirtiéndolo además en un espacio visitable. El Ayuntamiento, la Diputación y el Obispado de Málaga han pronunciado estar a favor de la finalización de la catedral según los planos constructivos existentes, para lo cual haría falta la colaboración financiera de la Junta de Andalucía, aunque también se contempla un plan de mecenazgo estimado en 7 millones de euros. Entre los elementos que se recogen en el plan director, anunciado en noviembre de 2016 por el obispado para su aprobación por la Junta que se presentará de forma pública en una fecha aún indeterminada, se incluye la finalización del frontón, la reparación definitiva de la cubierta que sigue filtrando humedades a las capillas, la balaustrada, la torre y el programa escultórico, además de una posible ampliación de la sacristía que destruiría parte de los jardines catedralicios. El objetivo es tenerla finalizada en el quinto centenario de su construcción después de más de dos siglos con las obras paralizadas, lo que la convertiría en una joya del Renacimiento español.
Portadas
El cuerpo central de la fachada está dividido en dos alturas y tres calles separadas por monumentales columnas de orden corintio erigidas sobre altas basas. En el piso inferior hay tres arcos monumentales y en ellos, puertas flanqueadas por columnas de mármol rojizo. La puerta principal se remata con columnas salomónicas. Sobre las puertas hay unos medallones. Los de las puertas laterales representan a los patronos de Málaga, San Ciriaco y Santa Paula, mientras el central representa la Anunciación del Señor, obra labrada en 1743 por el escultor barroco Antonio Ramos.
Las portadas renacentistas del crucero están flanqueadas por singulares torreones con balcones, uno de los mejores ejemplos de cantería malagueña. Dichas portadas contienen una puerta semicircular con arquivoltas sobre capiteles y cuerpo con tres hornacinas, la central de medio punto y adinteladas las laterales, de interesante composición palladiana. La bella Portada del Sagrario, de medio punto entre un orden de columnas, presenta frontón curvo con el escudo episcopal en su tímpano; los muros laterales muestran la grandiosidad de sus contrafuertes rematados por cornisas clásicas y dos cuerpos de ventanas.
Ábside
El ábside del templo, perteneciente al siglo XVI, es de gran volumen y no podemos observar ninguna decoración, por lo que esto produce un efecto de solidez.
En la parte de abajo, encontramos los triples arcos, mientras que en la parte superior, encontramos arcos simples acompañados de ventanas redondas. Por ello, la luz accede muy bien al interior, aunque esta luz es filtrada por unas vidrieras de colores."
Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_M%C3%A1laga
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