Aquí delante se encuentra la Casa Provincial de Maternidad y Expósitos de Barcelona. Hasta finales del siglo XIX, la asistencia a las madres sin recursos era prácticamente inexistente, y los recursos de acción social se basaban en la caridad de las entidades religiosas, que las acusaban de pecadoras.
El desarrollo industrial provocó la llegada masiva de mujeres, que encontraban trabajos en el servicio doméstico o en las fábricas. Paralelamente, aumentaban los nacimientos «ilegítimos», y muchas madres solteras y/o empobrecidas se veían obligadas a abandonar a sus bebés en instituciones de caridad. En el torno de la pared, dejaban, a escondidas, a sus bebés recién nacidos. Al estigma y la injusticia, se sumaba el dolor del abandono. Muchos niños morían antes de llegar al año de edad, y los que sobrevivían pasaban a la vecina Casa de la Caridad, donde los chicos eran educados para ser dependientes, y las chicas, de nuevo, para el servicio doméstico.
En diciembre de 1936, el Gobierno de la Generalitat aprobó la autorización del aborto y situó la sanidad catalana en la vanguardia europea. El dispensario de la Casa de la Maternidad fue un equipamiento sanitario autorizado donde las mujeres podían ser visitadas con garantías."
Ver: https://ajuntament.barcelona.cat/memoriademocratica/es/placa-memoria/la-casa-de-la-maternidad/
Ver en 2017
Carrer Elisabets, 8-10 / Plaça Vicenç Martorell
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