"El edifico de viviendas Frégoli fue la primera obra de Esteve
Bonell, recién graduado, y la que le dio a conocer. Bonell buscó en este
edificio un grado de abstracción mediante una arquitectura blanca,
volúmenes paralelepípedos simples y una tipología mínima y muy depurada
en formato dúplex que seguía las corrientes europeas de las décadas de
1920 y 1930. Frégoli supuso, por lo tanto, un intento de volver a
acercar la modernidad de la arquitectura europea a España, y demostrar
que algunas vías de la arquitectura moderna, racionalista, seguían
siendo vigentes y debían ser exploradas.
Uno de los aspectos más característicos del edificio es el estudio de
la tipología de unidad de vivienda, desde una actitud crítica respecto a
la ordenanza que, según Bonell, “deja poco margen para la creatividad y
la investigación, y en el fondo facilitan la especulación cualitativa
del espacio habitado al plantear unas dimensiones mínimas en vez de unas
óptimas.” Se trataba de normativas que no se habían modificado ni
revisado desde hacia mas de treinta años, que muchos arquitectos del
momento y, por supuesto, el propio Bonell consideraban alejadas de las
necesidades y demanda del usuario del momento.
El aspecto exterior del edificio intenta transmitir, mediante la
composición de la fachada, lo que sucede dentro. De forma intencionada, e
busca evitar la fachada tradicional, en su organización de huecos y
macizos. Aquí, la parte maciza y dura se eleva a las ultimas viviendas,
mientras que la porosidad y ligereza se trasladan a las partes más
bajas.
Mónica Soto Albó"
Ver; https://docomomoiberico.com/edificios/edificio-de-viviendas-fregoli/
C.
Madrazo, 54-56
Ver planos en la exposición Línies duras
Vistas aéreas: Google Maps
Gracias por su aportación a: Rosendo Muñiz Soler
"CARRER DELS MADRAZO
A
mediados del siglo XIX muchos campos de labranza de la villa de Sant
Gervasi de Cassoles empezaron a urbanizarse, para construir una serie de
calles que dieran alojamiento a nuevas casas que exigían muchos
catalanes indianos que venían cargados de dinero de
las Américas. Una de estas calles fue la dels Madrazo que se abrió en
el año 1864 coincidiendo con el nacimiento del nuevo Eixample, que se
estaba construyendo a la vera de las derruidas murallas de la vieja
ciudad de Barcelona. La calle dels Madrazo era una calle larga que
atravesaba toda la villa de Sant Gervasi de Cassoles, hasta allegarse
hasta la villa de Gracia. Se la conoció entonces a un tramo como la
calle de Nuestra Señora del Carmen, y otro que se llamaba calle de
Colón. En el año 1897 la villa de Sant Gervasi de Cassoles al igual que
otras tantas poblaciones de las que circundaban la vieja ciudad
amurallada, se unieron a la creciente Barcelona convirtiéndose en nuevos
barrios de la misma. Esto provocó la duplicidad en el nombre de muchas
calles, sobre todo las que tenían nombres de santos. Buena parte de este
problema lo solucionó en el año 1907 el alcalde de Barcelona don
Domènech Sanllehy, que cambió el nombre de muchas calles por ejemplo la
de Nuestra Señora del Carmen y la calle de Colón en el barrio de San
Gervasio, que las nominó desde entonces un tramo como la calle de
Progreso, y a la prolongación que se iba abriendo en la calle la bautizó
como el carrer de Molins de Rey. Y con los nombres de Molins de Rey y
de Progreso se mantuvo esta calle hasta el año 1953 que el alcalde de
Barcelona don Antonio María Simarro i Puig decidió dejarla bautizada
para siempre como la calle dels Madrazo, en honor a la familia de los
Madrazo, una destacada estirpe de pintores españoles donde tanto padres
como hijos y también nietos, se consagraron en la producción de
infinidad de obras pictóricas de una trascendencia verdaderamente
entrañable. Y desde el año 1953 ha permanecido esta calle del barrio de
San Gervasio barcelonés con el nombre dels Madrazo, que es el que sigue
manteniendo en la actualidad"
"En este edificio, Bonell apostó fuerte y apuró todas las posibilidades internas y externas de este tipo de organización de la vivienda [las dúplex de tradición racionalista que "proliferaron en la Barcelona de los años setenta, posiblemente más que el número de usuarios capaz de desearlas"]. La asimetría de la composición, el fraccionamiento de los volúmenes...." (Antoni González, Raquel Lacuesta, "Barcelona. Guía de Arquitectura 1929-1996", Editorial Gustavo Gili S.A., 1997, pàg.101.
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