"La tortilleria Flash Flash de Barcelona es un referente de diseño, buen comer y buen hacer que abría sus puertas el 3 de julio de 1970 y que continúa con el espíritu intacto. Un 'oasis blanco' para disfrutar y, desde los años 70, sobre todo, expresarse libremente. ¡Ay!, si la chica del Flash pudiera hablarnos y revelarnos las fotografías y las conversaciones que ha captado con su cámara durante todos estos año, nos daría historias para un libro entero.
Esta original tortillería ha seducido, y continúa haciéndolo, a muchas personas. Amantes del diseño, foodies, empresarios, productores, fotógrafos, arquitectos, ciudadanos anónimos, familias, gupos de amigos… todos se sienten a gusto entre sus paredes, alrededor de sus mesas y bien servidos por sus camareros.
Su diseño, obra de los arquitectos Federico Correa y Alfonso Milá, había estado gestándose tiempo atrás en la mente del fotógrafo Leopoldo Pomés. Pomés, gran amigo de Milà, compartía con el arquitecto una pasión: la buena comida. Ambos, decidían abrir un negocio diferente entonces, y más de 50 años después, sigue conservando esa singularidad.
Durante todos estos años, “el Flash” (como así lo llaman sus clientes más fieles) ha reunido a intelectuales que desde un campo u otro han sembrado la cultura en la ciudad, en el país o en el extranjero, como Gabriel García-Márquez o Paul Newman, entre muchos otros.
El Flash Flash mantiene su diseño fresco, pulcro y sin lujos aparentes. Las fotos de sus paredes, realizadas por Leopoldo Pomés a Karin Leiz (modelo y estilista) en tamaño casi natural de una joven fotógrafa en acción, se han convertido en un símbolo del restaurante y de una época: la ola de libertad, modernidad y apertura que llegaba a Barcelona en los seventies.
Un impacto de modernidad que sigue intacto, pero que ha sabido actualizarse, por ejemplo, creando una nueva barra de ensaladas que se integra en el interiorismo preexistente. También contemporánea sigue siendo su oferta gastronómica, que en estas décadas ha incorporado algunas propuestas en su carta de tortillas (¡más de 50!) y hamburguesas, y ha añadido la opción de platos para compartir.
Un detalle importante: Alfonso Milá utilizó todos los recursos posibles para mitigar los sonidos perturbadores de cualquier local abierto al público. El Flash Flash es posiblemente el restaurante mejor insonorizado de la ciudad. Aún estando completamente lleno, en él nadie está obligado a levantar la voz para ser oído. "
Ver: https://diariodesign.com/2015/07/la-tortilleria-flash-flash-un-oasis-blanco-que-cumple-45-anos/
Ver en el pasado
Carrer de la Granada del Penedès, 25
04/2023
Gracias por su aportación a: Ramón Xicola
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