El nuevo volumen, un prisma horizontal a caballo entre dos cotas, vuelca sobre el ala noroeste del jardín, poblada por especies mediterráneas y del norte de África. Su sección semienterrada en la pendiente permite orgaizar lasdistintas partes del programa con accesos independientes desde la calle posterior y desde los paseos que recorren el parque.
Una caja de hormigón ancla el edificio a la mon-taña, actuando como gran contenedor —con una climatización específica— para los depósitos de plantas y de libros, y para el gran herbario. El cuarto de instalaciones y una pequeña zona de trabajo completan el nivel inferior, subterráneo, que se ilumina y ventila por medio de dos patios ganados a la caja en los dos extremos, por los que sendas escaleras conducen directamente al exterior. Este vaso actúa como contrapeso estructural del mecanismo que sostiene las plantas superiores: desde aquí parten, modulados cada seis metros, las pantallas, los muros y las jácenas de hormigón que terminan sobrepasando la cubierta en la última planta. En el nivel intermedio, un paño corrido de vidrio transparente, desprovisto de montantes verticales a lo largo de la fachada y retranqueado en tres puntos, encierra un espacio dedicado a las exposiciones y la cafetería-restaurante, además de la sala polivalente y un museo. El pavimento de cuarcita negra se prolonga más allá del vidrio para cualificar una plataforma cubierta que recibe a los visitantes.
En el último nivel el uso se restringe al personal y los científicos del Consejo: la biblioteca, las zonas de investigación y los laboratorios, así como el área de administración, se distribuyen en una caja de acero cortén extraída de la fachada y suavemente ‘desplazada’ hacia el exterior. Dentro, las dependencias se han organizado en dos bandas longitudinales: la más próxima al jardín, diáfana y resuelta con pilares forrados de madera de abedul, se ilumina a través de los huecos modulados a lo largo de toda la fachada por la carpintería de iroko; la otra, hacia la pendiente y compartimentada por los muros de hormigón que atraviesan el edificio, recibe también la luz del sur a través de finas ventanas ganadas al hormigón por encima de la caja."
Ver: https://arquitecturaviva.com/obras/instituto-botanico
Jardí Botànic
Dentro de lo que eran las barracas de Can Valero.
ResponderEliminarAllí, en su interior, se dan conferencias.
Tuve la fortuna de que la compañía de teatro "El Solar", hiciera una obra de teatro para el Grec del 2019, allí representaron una obra, "Las sombras se equivocaron de dueño", del cual soy autor, y que narra el protagonismo de unos niños, y del modo de vida en las barracas antes mencionadas.
Salut
Que interesante! Gracias por compartirlo. Hay alguna grabación de esa obra disponible?
EliminarSalut!