viernes, 3 de septiembre de 2021

07/10/2019 Reial Monestir de Santa María de Pedralbes IV: Claustro de los gatos y cocina

"El monasterio de Pedralbes reestrena el 'claustro de los gatos' e inicia el rescate del huerto medieval
Meritxell M. Pauné 03/15/2019
El monasterio de Pedralbes ha estrenado este viernes la restauración del 'claustro de los gatos', donde las monjas clarisas lavaban antiguamente la ropa, y abre una nueva intervención patrimonial con la recuperación del huerto medieval. Este espacio exterior, escondido por los muros exteriores del recinto, recuperará el esplendor con un proyecto que le devolverá la función de vergel. Son las dos principales novedades que los responsables patrimoniales del monasterio y las cinco clarisas que aún viven allí han explicado la os concejales del gobierno y la oposición de Barcelona, ​​en la tradicional visita por Santa Eulalia. La Corporación Municipal también ha aprovechado para admirar los murales góticos de la Capilla de San Miguel, que abrieron al público en junio, y una nueva maqueta táctil de la tumba de la reina Elisenda para facilitar la visita a invidentes.
Este año esta deferencia histórica no ha tenido lugar el día de la patrona mártir sino que se ha tenido que retrasar un mes por una intervención médica a la abadesa Montserrat Casas. La comunidad está visiblemente envejecida y cada año disminuye. Una vez recuperada, aunque apoyándose en un andador, la portavoz de la comunidad religiosa ha recibido a la Corporación Municipal para mostrarles los avances de restauración y ofrecerles  una degustación de requesón de Pedralbes, una receta propia que las monjas han mantenido en secreto desde la edad media.
La abadesa ha celebrado la pervivencia del vínculo histórico de protección mutua entre este monasterio gótico y el Consejo de Ciento barcelonés y se ha atrevido a pedir a la alcaldesa que el Ayuntamiento rehabilite, además del huerto, dos casetas anexas "para evitar sustos y que alguien pueda hacerse daño dentro". Se refería al intento de ocupación de dos inmuebles de la Baixada del Monestir la pasada primavera, que no se consumó pero inquietó mucho a las religiosas.
La intervención en el claustro de los gatos ', que ha durado varios años, ha permitido recuperar -y hacer pronto visitable- un espacio de uso doméstico abandonado que hasta ahora servía de almacén de trastos viejos. Se trata de un claustro menor, de un solo piso y sin la majestuosidad del claustro principal, pero que explica la evolución de la vida cotidiana en el monasterio. Debe su nombre a los gatos que entraban a través de dos gateras en las puertas exteriores y conserva las picas individuales de piedra donde las religiosas lavaban la ropa aprovechantdo el agua de mina que abastece el espacio. El pozo se conserva tras una puerta en la misma estancia. "Tendían la ropa en el piso de arriba, por eso tiene la cubierta plana y no inclinada", explica Marcos Castellanos, aparejador de patrimonio histórico-artístico del Ayuntamiento de Barcelona, ​​que este mediodía explicaba a los curiosos los detalles de la intervención. "El lavadero colectivo, con una gran pila para enjabonar y otra para aclarar, es de los años 20 del siglo XX", ha completado. " 

Ver: https://www.totbarcelona.cat/cultura-i-oci/monestir-pedralbes-estrena-claustre-dels-gats-rescat-hort-medieval-69357/













 
La antigia cocina


"El claustro de los gatos del monasterio
06/14/2019
Esbocemos los rasgos más generales de uno de los espacios que mejor refleja la vida cotidiana y el paso del tiempo

El "claustro de los gatos" representa, como la cocina del monasterio, uno de los espacios más intimistas y que mejor reflejan el paso del tiempo en el cenobio. De tipología bajo medieval, sus inicios, entre los siglos XIV y XV, se definían a través de porches y galerías descubiertas que enlazaban el espacio, un patio descubierto, con los edificios de la cocina y el refectorio. Es, de hecho, en esta primera galería donde se disponían los fregaderos para lavar la ropa de la comunidad, definiendo la función que tendría el espacio a lo largo de su historia. Con el tiempo, sin embargo, la necesidad del uso del espacio como lavadero hizo crecer la galería hasta la disposición en forma de claustro que conocemos, con varios armarios alrededor para guardar la ropa y picas para hacer la colada . Cuando adoptó, sin embargo, esta forma tan característica? Hasta qué punto podemos hablar de unidad en el proyecto?

La definición del claustro de los gatos como espacio cerrado y porticado, como bien esboza el estudio hecho por Veclus, sólo habría sido posible una vez definidas las estructuras arquitectónicas que delimitan sus cuatro lados: la cocina, el refectorio y la enfermería, de origen cronológico heterogéneo. Si la cocina y el refectorio los podemos fechar en el siglo XIV y no es hasta finales del siglo XVI o inicios del siglo XVII cuando se define la enfermería, es a partir de este último siglo XVII cuando podemos empezar a definir el enclaustrado final que presentará el espacio, y no antes. Por este motivo, concluye el estudio de Veclus, no podemos hablar de una unidad de base en el proyecto de creación del claustro de los gatos sino en una adecuación del espacio a las necesidades conventuales.

De hecho, la apariencia que presenta el espacio actualmente es del siglo XIX, y no habría sido posible sin las modificaciones en los muros que soportan las galerías en el siglo anterior, que permitieron cubrir el recinto posteriormente con una cubierta de madera y cristales que con la restauración actual se ha retirado. La última gran remodelación sería el primer cuarto del siglo XX, en relación a en relación al alzado de los pórticos, que pasan a soportar una cubierta nueva con azoteas transitables, cubiertas de laderas y una estructura central que soporta un tejado a dos vertientes.

Prueba de su uso continuado es la construcción a finales del siglo XIX y principios del siglo XX de dos grandes lavaderos en la parte central del claustro, que se conservan actualmente y que, junto con las pilas de piedra que también se exponen, son testimonio de sus usos a lo largo del tiempo. Como curiosidad final, el nombre del "claustro de los gatos" viene dado por la gatera de la puerta, que permitía el acceso de los gatos desde la cocina en la zona del lavadero, y que todavía se puede ver.

Enrique M. Puga "

Ver:  https://monestirpedralbes.barcelona/ca/content/claustre-dels-gats-del-monestir



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