martes, 7 de septiembre de 2021

15/11/2020 Edificio Z6 (Pabellón italiano)

"Pabellón Italiano

El Pabellón Italiano es el espacio diáfano más grande y con más altura del centro ciudad (2.400m2 y 14m de altura). Se encuentra en una ubicación privilegiada, justo en frente de la emblemática Fuente Mágica de Montjuïc, obra del arquitecto Carles Buïgas 1929, con su popular espectáculo de agua, luz y música; un must de Barcelona a nivel internacional.

El entorno formado por el Parque de Montjuïc, obra del arquitecto Jean Claude Nicolas Forestier, por una parte, y por el majestuoso conjunto histórico-monumental de la Exposición Universal de Barcelona de 1929 -el Palacio Nacional y los Palacios Victoria Eugenia y Alfonso XIII- por otra parte, comporta que se trate de un espacio privilegiado.

Por todos estos motivos, el Pabellón Italiano se posiciona como la localización por excelencia de grandes producciones como banquetes, pasarelas, lanzamientos de producto, convenciones, showrooms y un largo etcétera de eventos organizados en la Ciudad Condal. Marcas como Pronovias, Accenture, MANGO, Roche, L'Oréal, Puig, BMW, Huawei... son algunas de las que han escogido este espacio como sede de su evento corporativo anual.

El nombre del edificio proviene de su emplazamiento dado que era el lugar habitual donde estaba expuesto el antiguo Pabellón de Italia en la Exposición Universal. La mayor parte de pabellones de los países invitados a la exposición eran de construcción efímera, pero en los años sesenta, la Cámara de Comercio Italiana manifestó su interés para edificar el Pabellón de Italia de forma permanente en este enclave privilegiado. La Cámara de Comercio de Barcelona accedió y la obra arquitectónica, proyectada por el arquitecto romano Pozzi con la colaboración de los ingenieros Sbacchi y Serafini, perduró durante dos décadas en este lugar.

Finalmente, a finales de los años setenta, cuando los salones monográficos empezaban a ganar terreno en relación a la exposición multisectorial, el Pabellón de Italia quedó abandonado hasta que se derribó para dar lugar al actual Pabellón Italiano a finales de los años ochenta.

Fruto del gran éxito en el sector de eventos corporativos, en el 2008 se llevó a cabo una reforma para adaptarlo a los requisitos del sector y convertirlo en uno de los clásicos venues de Barcelona a la hora de acoger grandes producciones.

Fuente: Archivo Histórico Fira Internacional de Barcelon"

Ver: http://films.firabarcelona.com/web/espacios-singulares/pabellon_italiano

Pl. de Carles Buïgas, 8











Pabellón de Italia en la Exposicion Internacional de 1929 

Foto: De Desconocido - Grandas, M. Carmen (1988). L'Exposició Internacional de Barcelona de 1929. Els llibres de la frontera, Sant Cugat del Vallès. ISBN 84-85709-68-3., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=888444


"La última prórroga del impostor de Montjuïc

Ramon Suñé
13/11/2023 06:00

Aún no hay fecha para que el Ayuntamiento de Barcelona ejecute la sentencia que condena a desaparecer al edificio impostor de Montjuïc, el hangar cuarentón conocido como Pabellón de Italia y que desde el momento de su nacimiento, allá por los años ochenta del siglo pasado, ha suplantado la identidad de sus predecesores, esos sí italianos por los cuatro costados.

El edificio Z6, el nombre oficial de la nave que ocupa un lugar privilegiado, en la plaza Carles Buhigas, junto a la Font Màgica de Montjuïc, ha permanecido en el corredor de la muerte, amenazado por la piqueta, por lo menos durante los últimos 20 años.

Ya en 2003 se abrió un debate sobre la supervivencia de esta estructura que ciertamente desentona con el entorno y que, como ha explicado reiteradamente Lluís Permanyer en las páginas de La Vanguardia , nada tiene de italiano a pesar de que todavía hoy, en la documentación que utiliza el Ayuntamiento de Barcelona, propietario de la instalación desde marzo de este año, se insista en atribuirle esta denominación.

La intervención sobre este hangar pretende evitar los patinazos de los deportistas que se ejercitan en él

La pasada semana, durante el consejo del barrio de la Font de la Guatlla, la concejal de Sants-Montjuïc, Raquel Gil, anunciaba públicamente lo que algunos vecinos y entidades ya conocían desde hacía una semana: la condena del mal llamado Pabellón de Italia. Al parecer, el Ayuntamiento había caído en la cuenta de que el desangelado hangar tiene un “defecto de nacimiento” –ocupa un espacio calificado de parque clásico– y su situación, por lo tanto, es “insalvable”. 

Interior del pabellón-hangar con la pista que se someterá a un tratamiento antideslizante

Interior del pabellón-hangar con la pista que se someterá a un tratamiento antideslizante

Xavi Cervera

Esta condición de zona verde quedó recogida en la modificación del Plan General Metropolitano de la montaña de Montjuïc vigente desde el 2014, durante la etapa del alcalde Xavier Trias. Por aquel entonces, el edificio Z6, también conocido en algún momento como pabellón 3, pertenecía a Fira de Barcelona, que mantuvo la titularidad hasta el pasado marzo, cuando se firmó su reversión al Ayuntamiento. Fue entonces cuando la anterior concejal de Urbanismo, Janet Sanz (BComú), atendiendo a la demanda de espacios para la práctica deportiva de las entidades del Poble Sec y apremiada por la inminencia de las elecciones, anunció los nuevos usos del hangar, que en su última etapa como instalación de Fira había albergado eventos privados, certámenes culturales como la feria de arte contemporáneo SWAB o stands de marcas participantes en el Salón del Automóvil.

La cesión del pabellón al Ayuntamiento fue la primera concreción del proyecto de reforma del recinto ferial de Montjuïc que ha de coincidir dentro de seis años con el centenario de la Exposición Internacional de 1929. En aquella muestra que sirvió para urbanizar la montaña sí hubo un auténtico pabellón italiano, una ecléctica muestra del gusto fascista que combinaba reminiscencias de la antigua Roma y del Renacimiento.

El auténtico Pabellón de Italia, levantado en 1960, junto a la Font Màgica de Montjuïc

El auténtico Pabellón de Italia, levantado en 1960, junto a la Font Màgica de Montjuïc

Archivo General de Fira de Barcelona

El segundo Pabellón de Italia fue levantado en 1960 con motivo de la XXVIII Feria Internacional de Muestras de Barcelona. Según el Archivo General de Fira, esta instalación, pensada inicialmente para durar solo tres años, fue derribada ya en los años ochenta al detectarse “diversas deficiencias estructurales que levantaron debates sobre su viabilidad”. En su lugar se levantó el edificio Z6.

El anuncio de la apertura del expediente de demolición ha coincidido con la licitación de unas obras (por valor de 49.209,02 euros + IVA) para la “adecuación superficial de las pistas polideportivas del pabellón de Italia”, básicamente un tratamiento antideslizante para evitar los resbalones que son el pan de cada día de la media docena de clubes deportivos que entrenan en este lugar –refugio ocasional de personas sin techo– pero que no pueden competir al no reunir las mínimas condiciones para hacerlo. Se trata de una intervención rápida (siete días hábiles) sobre el rectángulo de 63x36 metros. Curiosa paradoja: adecentar al condenado mientras se inicia la cuenta atrás para su ejecución.

ANÁLISIS

El fruto de una aberración urbanística

Lo sucedido con el Pabellón 3, mal llamado Pabellón de Italia, es el resultado de conductas algo peor que sospechosas.
En 1960 La Fira, en período de crecimiento, necesitaba más espacio. El alcalde Porcioles aceptó cambiar la calificación urbanística del lugar, y contra toda lógica dejó de ser espacio verde. Fue puesto en pie el Pabellón de Italia, proyectado por la arquitecta Augusta Desideria Pozzi y bautizado al ser el citado país su primer ocupante. Era un edificio magnífico, con todo el entorno acristalado para inundar el interior de luminosidad mediterránea. Era evidente que había sido encajado allí con calzador. Cumplió su misión con excelencia. Fue de lamentar tal falta de cuidado que el conjunto sufrió una degradación insoportable. Habían pasado solo un par de decenios cuando lo condenaron al derribo. Fue substituido por una más extensa estructura grotesca y absurda en un lugar tan noble y céntrico. En puridad no era un edificio, sino la forma y el material propios de un banal hangar aeroportuario; pese a ello se mantenía la denominación: Pabellón de Italia. El cónsul protestó. Y pasó a ser: Pabellón 3, pero la voz popular mantenía el nombre original. Publiqué varios artículos denunciando la persistencia de aquel monstruo fruto de una aberración urbanística y punible. Ni caso. Estaba ya cerrado, abandonado y la chiquillería jugaba allí a fútbol y se bañaba en el estanque. Pasados unos años se inició el proceso para modificar la calificación de este espacio en el PGM. En 2014 ya figuraba como zona verde. Hasta que en 2023 la Fira cedió el hangar y el espacio al Ayuntamiento. Se aproximaban las elecciones, y Ada Colau, la que pregonaba derramar verde por toda Barcelona, lo destinó a equipamiento deportivo: había de recolectar votos.Una historia vergonzosa y perversa. Se debe recuperar a toda costa y sin más dilación este espacio verde. / LLUÏS PERMANYER

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