Viene descrito en el catálogo de fincas singulares del Parque
Natural de la Sierra de Collserola, inventario aprobado por acuerdo del
Consejo Metropolitano del Área de Barcelona del 30-4-19, publicado en la
página oficial de dicha entidad, que afirma que formaba parte de un
complejo, formado por el edificio emblemático del casino, en el seno de
una zona de atracciones y un lago artificial. Actualmente sólo quedan
los restos del mirador, los taludes y túneles del Scenic Railway y el
propio lago. De los restos de la caseta del transformador se pueden ver
el paño de unos 5 metros de altura de la pared cubierta de ladrillos y
estucada a modo de dovelas y sillares acolchados, rematados con una
escultura de la cara femenina envuelta de hojas de palma que hace de
ménsula y sostiene un balcón mirador de piedra. De la caseta surge el
puente de igual factura. Destacan también la valla del jardín al borde
de la carretera de la Rabassada con restos de decoraciones neoárabes,
inspiradas en los alicatados de los Reales Alcázares de Sevilla
clasicistas, o las molduras acolchadas.
El Casino se encuentra enclavado en una finca de 10 hectáreas, cuyos propietarios mantienen como reserva forestal.
El Casino se encuentra enclavado en una finca de 10 hectáreas, cuyos propietarios mantienen como reserva forestal.
Fue una obra faraónica que contó con un presupuesto de 2,5 millones de pesetas, insólito en la época. Más de 300 invitados asistieron a su inauguración el 15 de julio de 1911, diez años después de que se hubiera inaugurado el Tibidabo.
Este majestuoso casino fue el símbolo del lujo de una ciudad en plena expansión económica. No le faltaba de nada y hasta tenía su propio parque de atracciones, restaurante con amplios comedores y chefs venidos de París, orquesta, hotel con habitaciones de lujo, salones recreativos, oratorio público, y grandiosos jardines con vegetación exótica procedente de diversos lugares del planeta.
Los folletos de la época hacían la siguiente propaganda:
"Establecimiento de primer orden, a 400 metros sobre el nivel del mar y rodeado de frondosos bosques. La situación topográfica, desde el punto de vista pintoresco y sano, no tiene rival en Europa. Hospedaje desde 8 pesetas sin desayuno. Restaurante a la carta y cubiertos desde 5 pesetas."
El Casino consiguió un gran renombre como centro de juego de la ruleta, donde se perdieron grandes fortunas.
Parque de atraccionesLa zona de atracciones estaba inspirada en otros parques de Londres, Nueva York o París, como lo demuestra el nombre que recibían algunas de sus atracciones: Scenic Railway, Cake Walk Building, Palais du Rire, Feu de Boules, etc.
La montaña rusa Scenic Railway (diseñada por LaMarcus A. Thompson, inventor de la montaña rusa) discurría, en gran parte del trayecto, por largos túneles subterráneos, algunos de los cuales aún se conservan bastante bien, en concreto, tres. Dos tienen cuatro metros de ancho por cinco de altura y conservan la salida. El tercero, en cambio, fue tapiado y no tiene salida posible.
A lo largo del tiempo se usaron para hacer pasar las vagonetas y guardarlas y más tarde como bodegas y almacenes. A poco más de cincuenta metros de estos túneles, y en dirección hacia Barcelona, se encuentra un lago que supuestamente se situaba bajo la montaña rusa.
Legado ecológico
En el período 1900-1920, la urbanización y construcción del Casino de la Rabassada y otros lugares emblemáticos de la Sierra, favoreció su ajardinamiento, con la introducción de especies exóticas, como el plátano de sombra, el castaño de Indias, el cedro del Atlas, el cedro de la India, la palmera excelsa o el azahar de la China.
Declive Su declive comenzó a perfilarse en 1912 cuando el gobernador prohibió el juego, lo que provocó la quiebra de la sociedad al cabo de un año. El complejo siguió funcionando como hotel, restaurante y parque de atracciones. Cogió un cierto impulso con motivo de la Exposición Internacional de 1929, pero el general Primo de Rivera volvió a prohibir el juego ese mismo año, lo que provocó el cierre progresivo de todas las actividades hasta que en 1930 se clausuraba definitivamente el restaurante.
Entonces el edificio se fue deteriorando y durante la guerra civil española se utilizó primero, como refugio contra los bombardeos y después como cuartel. Las instalaciones se derribaron en el año 1940 y hoy sólo quedan en pie restos de paredes y columnas, algunas habitaciones medio destruidas, esculturas escondidas entre la vegetación, entradas y túneles, fosas cerradas con hierro forjado, arcos, fuentes, fragmentos enteros de escalinatas y otros pequeños rincones.
Protección legalLos restos del Casino y Gran Hotel de la Rabassada tienen la consideración legal de elemento del patrimonio histórico-artístico catalán, correspondiendo a la finca SCU-14 del catálogo de fincas singulares del Parque Natural de Collserola, por lo que vienen protegidos contra su expolio, menoscabo o alteración, por los artículos 321, 323, 324 y 338 del código penal.
Actuales propietariosLa propiedad de la finca y del Casino ha pasado, por sucesión, a dos familias catalanas, residentes en Barcelona, con quienes es posible contactar por medio de la administración del Parque Natural de Collserola.
La entrada en la finca está prohibida salvo expresa y previa autorización, como se indica en el cartel oficial (artículo 3.2 de las Ordenanzas del Parque Natural de Collserola).
ActividadesLas actividades colectivas de carácter deportivo, recreativo, pedagógico o cultural, así como las filmaciones y otras actividades que utilicen el Casino y Gran Hotel de la Rabassada como entorno, precisan autorización expresa del Ente Gestor del Parque y de los propietarios (Ordenanzas del Parque de Collserola, artículos 19 y 27).
Acampar en la finca está prohibido (Ordenanzas del Parque de Collserola, artículo 20).
TransporteLos jugadores llegaban en funicular o con los automóviles de la misma sociedad del hotel que salían del centro de Barcelona. El 19 de julio de 1911 se inauguró la línea de tranvía de la Arrabassada respondiendo a la necesidad de crear una comunicación fácil entre la ciudad y el casino y parque de atracciones. La línea fue estrechamente ligada a las vicisitudes del casino y pasó por momentos muy lánguidos y por varias suspensiones del servicio, dado el objetivo para el que servía. Para la inauguración se alquilaron 4 tranvías de Marsella que tuvieron que retornarse unos años más tarde, ya que eran poco aptos para el servicio que tenían que hacer. Se instauró de nuevo el servicio en régimen de alquiler para la compañía Las Tramways de Barcelone que asignó coches de la serie 200 y la línea salía de la plaza de Cataluña.
La línea estuvo en servicio hasta finales del año 1938 cuando fue utilizada por los barceloneses que huían de los bombardeos y por el personal del cuartel en que se había reconvertido el casino. El material y las instalaciones permanecieron inactivos e intactos hasta 1956, cuando se decidió su supresión definitiva."
Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Casino_de_la_Rabassada
Leyendas de Barcelona: la inquietante historia del Casino de la Rabassada
Del lujo a la ruina. Esta es la historia del Gran Casino de la Rabassada, el mayor templo del juego que ha tenido Barcelona.
La
carretera de la Rabassada es de esos lugares que ponen los pelos de
punta, pues en ella ocurren tantos fenómenos paranormales que hasta Íker
Jiménez se haría caquita en los pantalones. Uno de ellos tiene que ver
con el Gran Casino de la Rabassada, una construcción faraónica que a principios del siglo XX acogió a la alta burguesía catalana y que hoy, está en ruinas.En 1899 se inauguró en Sant Cugat del Vallés un hotel casino de dimensiones majestuosas. Fue símbolo del lujo y la bonanza económica de aquellos años en los que Barcelona estaba en plena expansión. Tenía grandes salones repletos de baile y música, restaurantes en los que cocinaban los mejores cheffs de París, jardines que emulaban el Edén y hasta su propio parque de atracciones.
Una de estas enormes habitaciones era una sala de juego dedicada a la ruleta, gracias a la cual se ganaron y perdieron cuantiosas fortunas. Se cuenta que había una cámara insonorizada con una pistola para que aquellos arruinados desesperados se quitaran la vida.
En 1912, la dictadura de Primo de Rivera prohibió el juego, lo que supuso la ruina de este símbolo del despilfarro. Primero cayó el Gran Casino y después, el hotel. Durante la Guerra Civil, se utilizó como cuartel general y sede de varios fusilamientos.
Hoy día, quien lo visita solo encuentra una montaña de ruinas envueltas en un halo de misterio y muchos muertos sin nombre.
Ver también:
https://www.awambabuluba.com/single-post/2017/10/24/LA-HABITACI%C3%93N-DEL-SUICIDIO-PARA-BURGUESES-EN-BARCELONA-LA-RABASSADA
http://blogs.lavanguardia.com/districte-onze/2015/02/01/excursio-a-les-ruines-del-casino-de-la-rabassada-62227/
https://www.pinterest.es/inmaaguirre/casino-de-la-rabassada-barcelona-211214/
https://www.youtube.com/watch?v=6xg00bfPegs
https://www.youtube.com/watch?v=AMqiOk_7dx0
Fotos: Tony Codina:
Fotos https://es.wikipedia.org/wiki/Casino_de_la_Rabassada:
Fotos en https://barcelonasecreta.com/leyendas-de-barcelona-historia-casino-de-la-rabassada/
Fotos en Google Maps:
Foto Alejandro Jaramillo Google Maps
Foto Dani Google Maps
Foto Francisco Arnaus Google Maps
Foto Francisco Fernandez Google Maps
Foto Javier Fernandez Google Maps
No hay comentarios:
Publicar un comentario