domingo, 8 de diciembre de 2024

15/07/2024 El Negre de la Riba

"En 2003 se celebró el primer cuarto de milenio de un barrio tan entrañable como la Barceloneta. Dos vecinos, David García y Óscar Pérez, que montaron la empresa Constructores de Fantasías, dedicada al atrezzo teatral, propusieron a la comisión organizadora de los actos de tan significado aniversario poner en algún muro bien visible del barrio una reproducción en fibra de cristal de un famoso mascarón de proa que se encuentra en el Museo Marítimo, el Negre de la Riba. La idea fue bien acogida y ese año mismo fue colgada en el lugar elegido, el número 4 de la calle de Andrea Dòria, con el pasacalles y la fiesta correspondiente, organizada en colaboración con el grupo teatral Quart de Casa, pero fue una joya provisional, ya que el muro en cuestión debía ser rehabilitado y hubo que retirar el flamante mascarón. Por último, en mayo de 2005 ha sido colocado definitivamente. Una razón que había estimulado a García y Pérez a hacer la figura fue la propuesta de Xavier Cordomí de construir más figuras para la imaginería festiva de Barcelona.

El Negre de la Riba es un mascarón de proa que muestra un guerrero indio, de los indios de las llanuras de Estados Unidos, y que formaba parte de un bergantín del siglo XVII que llegó al puerto de Barcelona hacia 1860. Se lo quedó, al desguazarse el barco, una tienda náutica del muelle de la Riba, en la Barceloneta, razón por la cual la figura empezó a ser conocida, dado su color oscuro y también a creerse que era un guerrero africano, como el Negre de la Riba. Luego fue a caer en un almacén de la avenida de Icària, entonces todavía paseo del Cementerio, después a otro almacén de vinos de Poblenou y finalmente fue vendido a un hombre que tenía una torre en el Carmel, que fue quien cedió la figura al Museo Marítimo."

Jaume Fabre, Josep M. Huertas

Ver: http://w10.bcn.es/APPS/gmocataleg_monum/FitxaMonumentAc.do?idioma=CA&codiMonumIntern=1737

Carrer Andrea Dòria, 4

Ver reproducción y otros mascarones en el Museu Marítim Dressanes












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El Negre de la Riba al cubo
BARCELONA SECRETA
El mascarón de proa permanece en la reserva del Marítim tras una grotesca restauración por personal ajeno a los especialistas del museo, que exhibe una copia como otra que luce en una fachada de la Barceloneta
El original del Negre de la Riba

El original del Negre de la Riba grotescamente restaurado

Xavi Casinos
La copian del mascarón situada en una fachada de la calle Andrea Doria

La copian del mascarón situada en una fachada de la calle Andrea Doria

Xavi Casinos
La copia del original en el Museu Marítim

La copia del original en el Museu Marítim

Xavi Casinos

Los actuales responsables del museo, y especialmente su departamento de restauración, fruncen el ceño cuando se les pregunta por el original del Negre de la Riba. Uno lo entiende cuando finalmente acceden a mostrarlo discretamente, pues a la histórica pieza marítima se le aplicaron unos colores en exceso brillantes, dominando el verde y sin un análisis previo de restos de pigmentos que lucía antes de que en algún momento de la historia el fuego lo hubiera transformado en un trozo de madera ennegrecida. La fallida intervención por personas sin formación y sin los análisis previos preceptivos se produjo contra la opinión del departamento de restauración del museo, uno de los más reputados del sector.

La imagen guardada en el Museu Marítim

La imagen guardada en el Museu Marítim

Xavi Casinos

Lo peor del caso es que se trata de una restauración que, opinan los expertos, no es reversible, pues previamente a ser pintado se le aplicó una imprimación que lo hace imposible sin dañar seriamente la pieza. Por esa razón, se decidió esconderlo en la reserva. Lo cierto es que se entiende esta medida al comprobar el estado en que quedó el pobre mascarón, con una cara pintada incluso de forma grotesca que recuerda otra famosa fallida restauración como la del ecce homo de Borja. Por eso, el Negre de la Riba que se exhibe en la entrada del museo es otra copia. Es decir, hay tres Negre de la Riba.

El rostro restaurado e inquietante del Negre de la Riba

El rostro restaurado e inquietante del Negre de la Riba

Xavi Casinos

Según la historia, el mascarón llegó alrededor de 1860 al puerto de Barcelona con una embarcación que fue desguazada. Un empresario de la Barceloneta dedicado a los toneles lo rescató y estuvo tiempo sobre la puerta de una de las antiguas tabernas denominadas pudas que había en lo que hoy es el paseo Joan de Borbó. Los padres llevaban a verlo a sus hijos explicándoles que se los llevarían si se portaban mal. Hasta hace pocos días, la reproducción de Andrea Doria cedida para una exposición en el Museu Etnològic de la calle Montcada sobre los miedos de los menores.

El Negre de la Riba pasó después por varios negocios para acabar en una finca en el Carmel. Su propietario lo cedió en 1935 al Institut Nàutic de la Mediterrània, lo que hoy es la Facultat de Nàutica en la plaza Palau, cuya colección, con el mascarón incluido, pasó en 1937 al Museu Marítim. Finalmente, en 1964 fue adquirido definitivamente por el museo."

Ver: https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20241208/10177185/negre-riba-cubo.html

Gracias por su aportación a: Rosendo Muñiz Soler

"CARRER D'ANDREA DORIA
En el siglo XVIII el marqués de la Mina que estaba de capitán general de Cataluña ordenó abrir un conjunto de calles en línea con la costa marítima, que estuvieran entrelazadas con unas calles perpendiculares que crearan un conjunto de viviviendas, con el fin de poder dar alojamiento a la mucha gente que había sido expulsada del barrio de la Rivera en el año 1719 cuando el rey Felipe V mandó construir la fortificación de la Ciudadela. Todo esto ocurría en el barrio de la Barceloneta, una zona fuera de las murallas que era donde fondeaban los barcos que se acercaban a la ciudad de Barcelona. Una de las calles perpendiculares que se abrió fue la de Andrea Doria que en un principio se conoció como la calle del Cementerio. Era la calle por la que se llegaba hasta la iglesia de Sant Miquel del Port. Interesante recordar que antiguamente los cementerios estaban al lado de las iglesias. En el siglo XIX el ayuntamiento de Barcelona publicó un decreto ordenando que los cementerios estuvieran ubicados fuera de la ciudad. Por eso en el año 1856 el alcalde de Barcelona don Josep Molins i Negre anuló el nombre de calle del Cementerio y le puso a esta calle el nombre de Alegría. Y calle Alegría se estuvo llamando esta calle hasta el año 1929 que el alcalde de Barcelona don Darius Rumeu i Freixa más conocido como el barón de Viver, observando que ya existía en Barcelona otra calle con el nombre de Alegría, cambió el nombre de la calle Alegría en el barrio de la Barceloneta y la bautizó como la calle de Andrea Doria por hacer referencia a quien fue don Giovanni Andrea Doria, un marino italiano de Ginebra que sirvió con gran entrega y coraje a las órdenes de don Juan de Austria en la batalla de Lepanto. Esta es la historia de por qué existe una calle en el barrio barcelonés de la Barceloneta, que desde el año 1929 hasta la actualidad la seguimos conociendo como la calle de Andrea Doria.
CARRER D'ANDREA DORIA
Al segle XVIII el marquès de la Mina que estava de capità general de Catalunya va ordenar obrir un conjunt de carrers en línia amb la costa marítima, que estiguessin entrellaçats amb uns carrers perpendiculars que creessin un conjunt d'habitatges, per tal de poder donar allotjament a la molta gent que havia estat expulsada del barri de la Rivera l'any 1719 quan el rei Felip V va fer construir la fortificació de la Ciutadella. Tot això passava al barri de la Barceloneta, una zona fora de les muralles que era on fondejaven els vaixells que s'acostaven a la ciutat de Barcelona. Un dels carrers perpendiculars que es va obrir va ser el d'Andrea Doria que al principi es va conèixer com el carrer del Cementiri. Era el carrer per on s'arribava fins a l'església de Sant Miquel del Port. Interessant recordar que antigament els cementiris estaven al costat de les esglésies. Al segle XIX l'ajuntament de Barcelona va publicar un decret ordenant que els cementiris estiguessin ubicats fora de la ciutat. Per això l'any 1856 l'alcalde de Barcelona don Josep Molins i Negre va anul·lar el nom de carrer del Cementiri i li va posar a aquest carrer el nom de carrer de d'Alegria. I carrer de l'Alegria es va dir aquest carrer fins l'any 1929 que l'alcalde don Darius Rumeu i Freixa mes conegut com ell baró de Viver, observant que ja existia a Barcelona un altre carrer amb el nom d'Alegria, va canviar el nom d'Alegría al carrer de la Barceloneta i el va batejar com el carrer de Andrea Doria per fer referència a qui va ser don Giovanni Andrea Doria, un maní italià de Ginebra que va servir amb gran entrega i coratge a les ordres de don Juan d'Àustria a la battalla de Lepant. Aquesta es la historia per qué hi ha un carrer del barri barceloní de la Barceloneta, que des de l'any 1929 fins a l'actualitat el seguim coneixent com el carrer d'Andrea Doria."

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