lunes, 3 de junio de 2024

29/05/2024 Tarragona. Altafulla. El Huerto de las Bombas

"Altafulla, capital mundial de la historia de la Guerra Civil española

Carlos Engel Cellier mantiene al día el mayor archivo de militares de ambos lados de la contienda  

14 marzo 2020 20:40 | Actualizado el 31 marzo 2020 10:56

Un articulo de en el Diari de Tarragona 235

El casal del científico Antoni Martí Franquès en Altafulla, fechado en 1764, es conocido como «el huerto de las bombas» (Ver foto aquí). El nombre viene de los experimentos con bombas hidráulicas que aquel avanzado de su tiempo plantaba en su terreno, junto a la playa. Su familia se ha cuidado de conservar la casa y el mobiliario tanto como han podido, y de hecho se podrían filmar películas datadas en el siglo XIX y principios del XX. La realidad es, pues, la prehistoria de la tecnología, de los tiempos que Martí Franquès estudiaba el oxígeno del aire, el género de las plantas y la medida del metro, con bases logísticas en Tamarit y el faro de Tarragona, y el complejo instrumental residente en la casa de Altafulla.

 
La leyenda es a veces más tozuda que la historia y, en este caso, la historia acaba desquitándose la razón. La tradición popular otorga las bombas de casa Martí Franquès a la Guerra Civil: nada que ver, pero resulta que los propietarios de la casa, sus descendientes de últimas generaciones, han cultivado allí mismo una de las bibliotecas más importantes de España de libros de la Guerra Civil, y el archivo prácticamente único de los oficiales que lucharon en él bajo las dos banderas, la republicana y la monárquica, un color de diferencia en los pañales de un desastre colectivo. Carlos Engel Masoliver (1927-2015) empezó con 300 libros en los primeros setenta del siglo pasado, y con su hijo, Carlos Engel Cellier (1956) fueron aumentando la colección, que hoy roza los 7.000 títulos, perfectamente archivados, anotados y clasificados.

Las publicaciones hechas a cuatro manos entre los dos Engel, padre e hijo, son imprescindibles para los estudiosos del tema, que se desplazan a Altafulla para emplear horas de investigación. Altafulla, capital mundial de la historia de la Guerra Civil, porque los Engel abren puertas a todo el mundo y ayudan generosamente y gratis te amore o, como dice la jerga última, por la face, y dejan anotar, fotocopiar y escanear; eso sí, cláusula única: de ahí no sale nada. Se lo han intentado comprar e incluso la ministra Carme Chacón les tentó para que lo cedieran al ministerio de Defensa, pero están contentos de tenerlo en casa porque un poco también es la vida de aquella casa por la que la historia se pasea sin salir a la calle.

Además de los libros, tienen correspondencias y vaciados de documentos, con 17.330 oficiales fichados, que Carlos Engel ha actualizado pasándolos de los antiguos soportes de cartón y cajones verdes a formatos informáticos, mientras termina un diccionario biográfico del cuerpo de oficiales de la serie A, de obligada consulta para los investigadores y para las personas que necesitan documentación: por ejemplo, para reclamar debidas pensiones que en el caso de los republicanos estuvieron mucho tiempo en la reserva -digamos militarmente.

Carlos Engel Cellier adora la búsqueda historia, por eso no sólo puede hablar del tema que le ocupa más horas sino también de otros episodios que tienen que ver con su familia: le encanta la genealogía, ha hecho la ruta de los Engel desde la casa solariega, junto a Berlín, hasta llegar a España, los tiene documentados desde 1565, pero le consta que podría llegar hasta 1300, con próceres de la academia y pastores protestantes acreditados por el papeleo antiguo que con tanta veneración trata . Cuenta que el apego a la historia militar le viene de familia, aunque él es farmacéutico. Su abuelo, Luis Cellier, capitán de corbeta, fue uno de los pioneros de la aeronáutica naval, profesor en la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos en Madrid, y de la Escuela Aeronáutica Naval de Barcelona, ​​y como docente tuvo como alumno Don Juan de Borbón; murió al estrellarse el hidroavión que pilotaba en el mar de Pollença, en agosto de 1937. Su tío, José Ignacio Cellier de Martí, fue jefe de comunicación de la Comandancia de Marina en Barcelona, ​​profesor de la Escuela de Náutica y ayudante y asesor del presidente Tarradellas. Vivía en Altafulla, donde fue muchos años presidente del club marítimo, y está enterrado.

Uno de los trabajos monográficos de los Engel fue la anotación de hermanos que lucharon en los bandos contrarios a la Guerra Civil. Sin embargo, en bastantes casos, el vínculo familiar no se rompió. La reconciliación no habría sido posible sin estas células afectivas. Un buen tema para desarrollar en tiempo como los nuestros de tantas discrepancias y conversiones fatídicas de adversarios en enemigos."

Ver: https://www.diaridetarragona.com/costa/altafulla-capital-mundial-de-la-histria-de-la-guerra-civil-espanyola-20200314-0047-DHDT202003140047

 Carrer Pont de Mar, 2


Vista aérea: Google Maps


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