jueves, 26 de marzo de 2020

21/03/2019 Plaça Reial II

"Historia
Las ideas para reconvertir el antiguo convento de Santa Madrona, los capuchinos, empezaron a surgir en 1822 y después de la quema de conventos (1835), comenzó su desmantelamiento para convertir el espacio en galerías y un gran teatro para la ciudad. Se convocó un concurso de proyectos al que se presentaron dos diferentes: el de Josep Oriol Mestres y el de Francesc Daniel Molina. Mientras se decidía la resolución, el Ayuntamiento cedió el espacio para su explotación, y entre 1842 y 1848 funcionó un teatro, el Teatro Nuevo.

La inauguración del Gran Teatro del Liceo, en 1847, hizo desestimar la idea de construir un teatro y se decidió hacer la plaza en 1848. Fue diseñada y construida por el arquitecto y urbanista Francesc Daniel Molina i Casamajó .

El espacio concreto que ocupa la actual Plaza Real fue comprado por los capuchinos del convento del Monte Calvario en 1717 para construir un nuevo convento (1718). El convento de los capuchinos aprovechó algunos tramos de la muralla medieval y comprendía todo el espacio que en la actualidad se corresponde con els
carrers del Vidre, d'Escudellers, la Rambla i el Portal de la Boqueria. La iglesia conventual estaba situada en la Rambla, a la altura de la actual entrada al Carrer de Ferran, mientras que en la zona sur se ubicaba el huerto (centro de la Plaza Real). Cabe destacar también la fábrica de hábitos de lana a tocar el carrer del Vidre, que los religiosos establecieron.
 

1822, en pleno Trienio Liberal, significó el cambio en la propiedad del terreno, que pasó al Ayuntamiento, el cual no pudo derribar el convento hasta el año 1835 por el evento de la llamada década Absolutista. También en 1835 se produjo la destrucción del convento de San José, ubicado entonces en el actual mercado de la Boqueria. La intención era construir en su solar una plaza similar a la Plaza Real, e inicialmente se proyectó y se legó a construir la plaça del Treball, de la que son una muestra los pórticos conservados hasta la actualidad. Posteriormente, en su interior se construyó la estructura del mercado de Sant Josep, estructura que ha perdurado sin demasiadas alteraciones hasta nuestros días. En cuanto a la plaza Real, hay que remarcar que fue construida entre 1850 y 1859 bajo una clarísima manifestación de urbanismo napoleónico, junto con el proyecto realizado en 1848 por el arquitecto Francesc Daniel Molina, ganador del concurso municipal para la nueva plaza. Y es precisamente en el lugar donde hoy está la plaza, donde se ubicaba el convento de Capuchinos citado anteriormente. 1892 fue el escenario de un atentado anarquista que causó la muerte de una persona.

Ya en los años cincuenta del siglo XX, Adolf Florensa realizó un programa de intervenciones que se caracterizaba por la concentración y las falsas restauraciones de edificios de carácter histórico y artístico. El barrio se convirtió en un "parque temático" donde se reedificaron construcciones de otros lugares y se añadieron elementos ajenos para dar una cohesión estética en todo el conjunto, actuaciones éstas que fueron criticadas por parte de historiadores de renombre como Ferran Soldevila , Antoni Rovira i Virgili y Agustí Duran i Sanpere.

En cuanto a su morfología interna, durante el siglo XVIII cambió drásticamente debido a la gran densificación sufrida: se subdividen los grandes caserones en pisos irregulares y carentes de servicios; se aprovechó toda parcela, suprimiendo las huertas que persistían, creando habitaciones mal iluminadas y peor ventiladas y se derribaron las casas antiguas para construir unas nuevas con un incremento desmesurado de la altura. El siglo XIX será, sin embargo, el de las grandes transformaciones en la estructura y en la morfología del barrio, debido a varios fenómenos: la transformación de los cementerios parroquiales en plazas públicas (Pi, San Just, Sant Jaume, Sant Miquel, Sant Sever, la Mercé, etc.); el vaciado de grandes piezas, en la mayoría de casos procedentes de la quema y desamortización de conventos, así como el derribo de palacios, con el consiguiente cambio de uso (plaças Reial, Medinaceli, etc.) y empleo para las instituciones ( Gobierno Militar, Capitanía Militar, ampliación del Ayuntamiento de Barcelona, ​​etc.); el derribo de las murallas, que abrirá el barrio y aportará nuevas parcelas y solares; la apertura del eje de las calles de Ferran y Jaume I y de la Via Laietana; etc.

La plaza es actualmente un punto de reunión de un público muy heterogéneo, porque es un lugar para estar sentado y tomar unas copas al aire libre en las terrazas bajo las arcadas que la caracterizan. De noche, también es bastante frecuente encontrar gente, ya que en sus alrededores hay bares, lugares para bailar y escuchar música. Es una de las plazas con más vida y ambiente, tanto diurno como nocturno. Además, los fines de semana en la plaza se puede ver las reuniones de coleccionistas de monedas y sellos. También es un lugar muy utilizado para celebrar eventos de la capital catalana. Durante la Fiesta Mayor de Barcelona es uno de los lugares escogidos para hacer los bailes típicos de la fiesta mayor y uno de los escenarios del festival de música paralelo BAM."


Ver: https://ca.wikipedia.org/wiki/Pla%C3%A7a_Reial



























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