"Tan escondido está este palacete isabelino de la calle Ballester, edificado en 1860, que ni siquiera forma parte del Catálogo del Patrimonio Arquitectónico del Ayuntamiento, un hecho ciertamente insólito. Actualmente es la sede de la Fundación Rocamora, creada en 1976 por Antonio Rocamora Pellicer, Marqués de Villamizar, a partir del legado de la colección de arte de su tío abuelo Manuel Rocamora Vidal (Barcelona, 1892 - 1976), pintor, escritor y coleccionista, que vivió en esta casa desde de 1935. Lo había adquirido a la familia Mansana, vinculada a la empresa Catalana de Gas. Emprendió la reforma y ampliación de la casa de la mano del arquitecto Josep Plantada en 1942. En 1966, la ronda General Mitre de el alcalde Porcioles supone el recorte de buena parte de su jardín.La misma familia Rocamora vende una parte del terreno, donde se erigió un edificio, para salvar la casa de la precariedad en la que estuvo en ciertos momentos.
La fundación, que permite visitas concertadas, acoge un valioso patrimonio artístico con más de veinte colecciones de temática diversa: pintura, escultura, cerámica, mobiliario antiguo, vestidos, además de una biblioteca con cinco mil volúmenes. Destacan especialmente los cuadros de Ramon Casas, la maqueta original en bronce del monumento a Cristóbal Colom o el reclamo de Els Quatre Gats que hizo Picasso."
Ver: https://www.poblesdecatalunya.cat/element.php?e=14190
Carrer Ballester, 12
Vista aérea: Google Maps
Gracias por su aportación a: Rosendo Muñiz Soler
"CARRER DE BALLESTER
La
antigua villa de Sant Gervasi de Cassoles se unió a la ciudad de
Barcelona en el año 1897 configurando los actuales barrios del Putget,
el Farro, la Bonanova y Galvany. Los barrios más pomposos fueron el de
la Bonanova y el de Galvany porque eran los que estaban más cerca de la
sierra de Collserola. Eso les proporcionaba una naturaleza copiosa y
ostentosa, que en el tercer tercio del siglo XIX llamó la atención de
los muchos indianos catalanes que venían cargados de fortuna de las
tierras americanas. Fueron estos ricos catalanes los primeros que
empezaron a construir sus grandilocuentes mansiones en esta zona natural
de la villa de Sant Gervasi de Cassoles. Esto indujo a la apertura de
nuevas calles que con el tiempo se fueron llenando de casas de pisos
también destinadas para la burguesía más acaudalada. La barriada del
Putget bien cercana al barrio de Vallcarca i els Penitents se abrió en
un pequeño montículo de la montaña de Collserola, que le dio el nombre
de Putget porque es así como se define un pequeño monte en catalán. Fue
una zona que atrajo a infinidad de artesanos, artistas, gente de
profesiones liberales, comerciantes y una gran variedad de familias
también con posibles, que optaron por construirse sus casitas
unifamiliares dando pie también a la apertura de nuevas calles. Calles
como por ejemplo la calle de Ballester que es la que ahora nos
concierne. La calle de Ballester nace en la avenida de Vallcarca en el
barrio de Vallcarca i els Penitents, y cruzando buena parte del barrio
del Putget llega hasta la Ronda del General Mitre colindando con la
calle de Zaragoza. Se abrió en el año 1861 con el nombre de calle de
Riego con toda seguridad por rendir homenaje al teniente coronel liberal
don Rafael Riego Florez. Estuvo poco tiempo con el nombre de Riego
porque en el año 1875 el consistorio de la villa de Sant Gervasi de
Cassoles anuló el nombre de calle Riego y le puso el nombre de calle de
Sant Antoni Abad. Y con el nombre de calle de Sant Antoni Abad se estuvo
manteniendo esta calle hasta el año 1907 que el alcalde de Barcelona
don Domènech Sanllehy observando que ya existía en la parte vieja de la
ciudad otra calle con el nombre de Sant Antoni Abad, procedió a eliminar
el nombre de la calle del barrio del Putget, y le
puso el nombre de calle Ballester. Se la dedicaba a quien fue don Joan
Ballester i Ayguals d'Izco, un pintor y escenógrafo de teatros
valenciano nacido en Vinarós Castellón en el año 1835. Muy joven se vino
a vivir a Barcelona donde falleció con solo treinta y tres años en
1868. El alcalde señor Sanllehy quiso mantener viva su memoria poniendo
el nombre de su apellido Ballester en la antigua calle de Sant Antoni
Abad del barrio del Putget. Esta es la historia de por qué existe una
calle calle en la barriada barcelonesa del Putget, que desde el año 1907
hasta la actualidad la seguimos conociendo como la calle de Ballester."
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