"Tejidos y Bordados
Si el mueble es el protagonista principal de los interiores modernistas, las tapicerías de seda o de terciopelo, generalmente de fabricación catalana y con frecuencia bordadas o con aplicaciones que las dotaban de color y confort, tuvieron un papel determinante. Pero el desgaste cotidiano y los nuevos gustos obligaron a cambiar la tapicería, de modo que muchas de las originales no se han conservado.
El ajuar doméstico estaba lleno de encajes hechos a mano -"legitimos" les llamaban-, labores femeninas con bolillos o con aguja, hasta la llegada del encaje mecánico de gran difusión en el que Cataluña también destacó. El encaje de bolillos Fomento una red de encajeras, que trabajaban en sus domicilios, y de comerciantes de encajes, que distribuyan los encargos. Las exposiciones como la celebrada en Arenys de Munt en 1906, fueron buen escaparate de esta labor "
Estandard Orfeó Barcelonés. Barcelona 1905. Diseño de Bonaventura Llauradó
En la exposición "Modernisme hacia la cultura del diseño"
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