jueves, 10 de marzo de 2022

23/11/2021 Tesoros del MNAC CCXXVII: Exposición "Gaudí" I: Años de formación

"Antoni Gaudí

Antoni Gaudí no era, ni mucho menos, el genio aislado e incomprendido que gran parte de su bibliografía nos ha dado a entender. Al contrario: su obra se desarrolló dentro de estrategias políticas e ideológicas bien concretas. Esto no quiere decir que Gaudí fuera un ideólogo, ni que su obra haya sido directamente determinada por los intereses de sus clientes, la alta burguesía y la Iglesia.
 
En realidad, la particular manera de Gaudí de entender su trabajo le enfrentó muy a menudo con esos clientes y con la sociedad en la que vivía. Más aún, la obra de Gaudí constituye el momento más alto de la producción artística e intelectual de la Cataluña de su época. Si hoy nos resultan cotidianas figuras como la de Eusebi Güell, es fundamentalmente gracias a las obras que Gaudí realizó para él.
 
Barcelona, su imagen y su carácter mantienen una relación de dependencia extraordinaria, absoluta, con la obra de Gaudí. ¿Qué sería, para bien o para mal, de esta ciudad sin esos edificios delirantes que él construyó y que constituyen su mina de tesoros más profunda e inagotable?
 
La importancia de Gaudí sobre su época no proviene, pues, ni de su supuesto aislamiento genial ni de ningún tipo de inexplicable locura. Proviene de la capacidad que él tuvo para concentrar esa época en sus edificios, para contraerla entera en su complejísima obra.
 
La obra de Gaudí ha trascendido, con mucho, al tiempo en el que él vivió, aquellos años turbulentos entre dos siglos. Si lo ha hecho es porque él supo, como nadie, interpretar su tiempo y proponerle las imágenes más fuertes. Por eso perdura. Así que se podrá continuar hablando de Gaudí en términos excesivamente elogiosos, formalistas, folklóricos o esotéricos, pero todos ellos son términos útiles para olvidarlo, para hacer de él ese cómodo y gigantesco “icono” turístico en que se está convirtiendo cada vez más, sin remedio.
 
Pero, si queremos comprender su obra en toda su profunda intensidad, no podemos dejar de lado su tiempo. Tenemos que reconocer el modo en que sus edificios participan de las estrategias políticas e ideológicas de su época, es decir, con los deseos y las necesidades de sus poderosos clientes.
 
La arquitectura de Gaudí no es formalista, sino simbólica. No es una arquitectura encerrada en sus propias ideas, sino, al contrario, absolutamente comprometida con la vida de una Barcelona desgarrada por la lucha de clases.
 
Y él no es un místico ausente del mundo, sino un personaje político, presente como pocos en la escena de esa lucha. O, dicho literalmente, Gaudí es el constructor de los escenarios simbólicos más importantes de esa lucha de clases, de su arquitectura."

Ver: https://www.museunacional.cat/es/gaudi

 





 
 
 

 

 

 

 
 
 

 

 


 

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
"Años de formación de Gaudí
 
Uno de los mitos que rodean a Gaudí es que aprendió todo lo que supo gracias a una especie de ciencia infusa, mirando con ojos de niño la naturaleza. O que heredó las cualidades morales y materiales del trabajo artesanal, a través de las generaciones de caldereros que se habían sucedido en su familia. Nada más lejos de la realidad: Gaudí se formó intelectualmente en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, recién inaugurada. Una escuela optimista en todos los sentidos, que quiere dar respuesta a las necesidades materiales y simbólicas de una ciudad en gran expansión y, al mismo tiempo, de una burguesía que busca expresarse con un lenguaje propio, moderno y cosmopolita. Durante los años en que cursó la carrera, y tal como puede verse en sus proyectos estudiantiles, Gaudí participó activa y conscientemente de las polémicas intelectuales del momento. Conoció críticamente las obras de los teóricos y arquitectos europeos más influyentes, como Viollet-le-Duc, John Ruskin o los modernos reformadores británicos del diseño. También dispuso del extraordinario fondo bibliográfico y fotográfico que la Escuela había adquirido desde su fundación y que ponía a disposición de sus estudiantes."
 

 

2 comentarios:

  1. Es interesante lo que dice que se formó en la recientemente creada Escuela de Arquitectura, pero olvida que Gaudí tenía muchos conocimientos de los diferentes oficios artesanos: desde la escultura hasta prácticamente el papel maché, lo que le dió mucha más imaginación en las soluciones que adoptaría para sus obras, dejándolo muy por delante de sus contemporáneos (y varios de los que podrían ser sus sucesores). Sabía de carpintería, escultura, pintura, fundición, tanto de metales como de vidrio, forja, etc... Todo eso posibilitó su forma tan particular de crear formas, las que no sólo se hacían sobre plano, sino también en maquetas con las técnicas artesanas correctas.

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