viernes, 5 de marzo de 2021

09/09/2020 Casa de la Misericòrdia V: Bar de La Central

"Bar de La Central

Satanás está en la capilla. No, no es ninguna canción de Slayer, sino una frase literal: la cafetería Satan's Coffee Co. y Stefano Colombo (Xemei) gestionan la cafetería-restaurante de la librería La Central, en los jardines de la Casa de la Misericordia. Un hecho trascendente; abre al barcelonés un espacio eclesial cerrado durante décadas. Y no es un espacio cualquiera: El Bar de la Central, de autoservicio, tiene un jardín interior, dividido en dos partes. Una es el patio principal, una fantasía gótica con palmeras, troncos nudosos y naranjos, que encontraron invadida de tierra y malas hierbas, y han recuperado con adoquines y baldosas centenarias.

La otra es un patín limítrofe con el orfanato de las Hermanitas de la Caridad. La obra es reciente, pero parece que esté así desde hace cien años. Marcos Bartolomé, del Satan's, explica que "esto era la casa del cura, que murió hace años y nos lo encontramos hecho un caos". La cosa promete: un espacio de calma monacal a un minuto de la Rambla, donde el turista -pero sobre todo el local, cliente de la libreria- puede coger un café, un bocadillo o un buen vino en franja de 9 a 22 hy estarse todo el tiempo que quiera. Se puede acceder desde Elisabets o desde la sección de gastronomía de la Central.

Por la mañana, se hacen desayunos estilo Satan's. Y la comida consiste en bocadillos, ensaladas, sopas y algún plato del día, con el estándar de calidad que marcan los productos y el saber hacer de los gestores. Esperad bocadillos de rosbif, fermentaciones, tapichuelas buenas y una carta de café, vinos y vermut corta pero selecta. Calidad para las masas a precios populares. Un ejemplo: por diez euros, tiene una excelente crema de coliflor con ajo tostado, y un exquisito bocadillo de bacalao desmigado y guacamole, delicia con pan de molde de mantequilla, estilo tostada francesa. La calma es monacal, no se anuncian para pescar guiris. Y por 15 euros, podéis compartir, al fresco, una buena botella de vino natural.

La tercera pata es la heladería Natas: helados artesanos todo el año, alcohólicos, y combinaciones de helado y dulce inspirados en la pastelería clásica (nostálgicos del pijama, disfrutará). Un producto estrella serán los flotantes (o flotaors en Valencia, vaya): helados flotando en refrescos y alcohol. No es una heladería italiana clásica, sino la idea que tiene una pastelera de alta cocina del helado.

Carrer Elisabets, 8-10

















1 comentario:

  1. Un bonito rincon para tomar un buen cafe y despejar la mente y si es leyendo un buen libro mejor

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