miércoles, 23 de noviembre de 2022

23/04/2022 La Máquina Magritte III: Cuadro y Ventana

 "No faltan sus ventanas, tan significativas de las fronteras volubles entre lo interior y lo exterior y de lo que nuestra visión del mundo tiene, justamente, de imagen propia, con cierto eco platónico. Explicó Magritte: Coloqué ante una ventana vista desde el interior de una habitación un cuadro que representaba exactamente la parte del paisaje ocultada por ese cuadro. Así pues, el árbol representado en ese cuadro tapaba el árbol ubicado detrás de él, fuera de la habitación. Para el espectador, el árbol estaba en el cuadro dentro de la habitación y a la vez, por el pensamiento, en el exterior, en el paisaje real. Así es como vemos el mundo; lo vemos fuera de nosotros y, sin embargo, solo tenemos una representación de él en nosotros.

Una iconografía que los antiguos manejaron como trampantojo se convertía, en manos de Magritte, en una nueva trampa que parecía sugerir la desaparición del cuadro. Llevó casi hasta sus últimas consecuencias la equiparación de este con una ventana, llegando a la conclusión de que el cuadro perfecto sería así del todo transparente y, por tanto, invisible: vuelve a sembrar nuestra duda sobre lo que creemos ver. Una de las ventanas expuestas la reconocerán los asiduos al Thyssen, porque forma parte de sus fondos: se trata de La llave de los campos; en esta obra el cuadro parece transferir sus poderes a la ventana, cuyo cristal se revela, no transparente, sino como una superficie pintada. De algún modo, la pintura regresa en forma de los trozos del cristal roto."

Ver: https://masdearte.com/magritte-museo-thyssen-bornemisza/





























 

 

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