domingo, 6 de noviembre de 2022

28/10/2022 Casa Molins o la Casa del Moltó II: Estado actual

 "La cabeza de carnero del Camp de la Creu, un símbolo en peligro

 Posted by Històries de Barcelona el 24 julio 2022
El relieve de una cabeza de carnero, o de chivo, según las versiones, preside el edificio de la calle Montnegre, 44-46. Esta curiosa escultura centenaria se ha convertido en un símbolo de la barriada del Camp de la Creu, pero podría tener los días contados.

El ayuntamiento tiene previsto derribar la finca, pese a estar catalogada, porque está afectada por el plan urbanístico de la Colònia Castells. A contrarreloj, el vecindario lucha por preservar un elemento paisajístico singular, en un barrio en peligro de extinción.

El Camp de la Creu

El Camp de la Creu era uno de los cuatro distritos en los que se dividía el antiguo pueblo de Les Corts, antes de la agregación a Barcelona. Su territorio, por debajo de la Travessera, se extendía entre la riera de Magòria —que bajaba, aproximadamente, por la actual calle Entença— y el desaparecido camino de Sarrià.

La urbanización del Camp de la Creu se inició en 1869, promovida por el propietario de los terrenos, Josep Jordà i Gelabert. La traza respondía al modelo característico de las urbanizaciones de iniciativa privada de finales del siglo XIX: dos calles perpendiculares, Morales y Montnegre —originalmente llamado Jordà— cruzándose en un espacio central, la plaça del Carme.

Desde sus inicios el Camp de Creu fue un barrio obrero y menestral. La mayoría de los residentes eran inmigrantes de toda Cataluña, venidos a trabajar a las industrias de Les Corts. Las edificaciones que se fueron construyendo eran sencillas, de planta baja o planta y piso.

La casa de la cabeza de carnero

En 1917 Francesc Olivé solicitó permiso al Ayuntamiento para ampliar una casa de su propiedad en la calle Montnegre, 4 (hoy 44). La parcela limitaba con la riera de Magòria, de ahí la curiosa alineación de la finca, oblicua respecto a la calle Entença, ya que reseguía el curso del antiguo torrente. En cambio, el resto de casas de este tramo de Entença se construyeron en los años treinta, cuando la riera ya había sido cubierta.

La casa era originalmente una vivienda de planta baja, como muchos de los tempranos edificios del Camp de la Creu. Se amplió con la adición de dos plantas en 1923, fecha que figura inscrita en la fachada. Muy probablemente fue en esta reforma cuando se añadió la escultura de una cabeza de carnero o chivo

Se cree que el animal era un homenaje al oficio de los propietarios de la finca, la familia Remolins i Olivé, que eran tratantes de ganado y tripaires. Según algunas fuentes, tenían un matadero en la calle Entença. Después de la Guerra Civil dejaron esta actividad, pero hasta los años 1980 siguieron vendiendo menudilños en los mercados de la Concepción, de Santa Caterina y de la Boqueria.

Es muy probable que la familia también tuviera tienda en el mismo edificio. Aunque algunas versiones hablan de un establecimiento de venta leche de cabra —de ahí que se identifique la cabeza con un chivo—, gracias a la hemeroteca hemos podido confirmar que en los bajos existió una carnicería, de la que el carnero —una oveja macho— era posiblemente un reclamo comercial. Los forjados con motivos florales son también un vestigio de esa actividad.

A principios del siglo pasado algunos propietarios colocaban en las fachadas la cabeza de un animal, de piedra, para anunciar un negocio relacionado con el ganado. El carnero de la calle Montnegre es uno de los pocos que ha llegado a nuestros días.

Cerca encontramos otro, también en el Camp de la Creu. Un cabo de caballo preside la fachada de una nave en la calle Morales, 44. Aquí estaban las caballerizas de los Comas, que se dedicaban al transporte con carros y caballos.

Hasta hace poco, una figura similar remataba el número 38 de la calle Afores de Sant Andreu. La falta de protección de estos elementos singulares permitió su eliminación con la última reforma del edificio.

En la calle de Sants, 141, se conservan dos cabezas de vaca de piedra, que el arquitecto Modest Feu  colocó en la antigua vaquería Benosa-Pau (1902). Muy cerca, en Alcolea, 93, estaba la vaquería del toro, así conocida por la cabeza de vacuno que presidía la fachada. La finca modernista, construida en 1906 por Josep Masdeu Puigdemasa, fue al suelo en los noventa.

En 1911, el mismo el maestro de obras colocó una figura idéntica en la calle Rossend Nobas, 12, en el barrio del Clot. Afortunadamente, ésta ha llegado hasta nuestros días.

Pero el ejemplo más parecido al de la calle Montnegre era la cabeza de carnero, acompañado de una testa de ternera, que había en la Carnicería Siglo XX, situada en la calle Bruc, 37.2 En este caso, las cabezas eran elementos decorativos del rótulo modernista del establecimiento, que no formaban parte de la fachada del edificio, lo que facilitó su desaparición cuando el negocio cerró.

Un barrio en extinción

Si nada lo evita, pronto también se perderá el emblemático carnero del Camp de Creu. Una barriada que en la última década ha ido perdiendo su esencia a golpe de piqueta.

Con los primeros escombros desaparecieron los edificios de la calle Entença, entre la Travessera y Montnegre. Incluyendo el pasaje Roca, un singular pasillo interior con casitas obreras.

Las próximas al caer serán casas del tramo entre Montnegre y Gelabert, que ya han sido expropiadas. Ni siquiera las fincas catalogadas, como la del carnero, se salvarán de ir al suelo. Y la ciudad perderá, por enésima vez, otro de sus elementos singulares."

Ver: https://historiesdebcn.com/el-cap-de-boc-del-camp-de-la-creu-un-simbol-en-perill/?related_post_from=3338

Carrer Montnegre 46

Ver en 2017





 
 
En 2017:


 

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