"Edificio de Josep
A. Coderch de Sentmenat / Manuel Valls Vergés, en los años 1952-54
considerado muy innovador en su época, incluso a nivel internacional.
Especialmente para el tratamiento de las fachadas, con las tradicionales aberturas sustituidas por grandes lamas verticales con persianas de librillo, contrastando con la cerámica vidriada del resto de superficie. El coronamiento se resuelve con una cubierta plana recubierta de madera, en voladizo".
Ver: http://www.poblesdecatalunya.cat/element.php?e=2377
Passeig Joan de Borbó, 42-43
Ver en 2015
Vista aérea: Google Maps
Gracias por su aportación a:
"En 1954 se acabó de construir un edificio de planta y seis pisos más ático en el número 43 del paseo de la Barceloneta, que entonces se llamaba oficialmente paseo Nacional y tenía tapada la vista al mar por unos grandes almacenes que fueron derribados poco antes de los Juegos Olímpicos de 1992. Era el primer edificio de viviendas que proyectaba el arquitecto José Antonio Coderch de Sentmenat y lo hizo con la colaboración de Manuel Valls Vergés por encargo del promotor, el Montepío de la Caja de Previsión de la Marina Mercante Nacional.
Fue una obra absolutamente revolucionaria para la época en que empezó a construirse, correspondiente al año del Congreso Eucarístico Internacional, cuando dominaba todavía la rigidez de líneas de posguerra. La fachada, que hace esquina con las calles del Mar y Almirante Cervera, se caracteriza por las persianas de lamas fijas que la recubren completamente y dos bajantes verticales de cerámica vidriada color siena que se prolongan más arriba de la azotea para cubrir las salidas de humos.
Acabada la construcción, los arquitectos encargaron a Josep Guinovart, que entonces tenía 26 años y acababa de regresar de una estancia de medio año en París becado por el Instituto Francés, la decoración de la pared de la escalera de entrada con una pintura mural. Guinovart eligió un tema que guarda una estrecha relación con el barrio en el que se encuentra y con las finalidades del promotor, ya que a pesar del carácter abstracto de la obra se distingue claramente un faro en medio y un barco que parece en situación de naufragio en el extremo más cercano a la puerta de entrada, separados por diversas formas de tonos azulados que representan el agua del mar en movimiento. Es una de sus primeras pinturas murales no figurativas, correspondiente a la misma época y estilo de las que hizo en el interior del teatro de los Hogares Mundet.
El edificio está incluido en el catálogo de patrimonio arquitectónico de Barcelona con el identificador número 18 y el máximo nivel de protección (BCIN o A). En la descripción del edificio, el catálogo señala que se trata de una “pieza espectacular de gran innovación que mereció un gran reconocimiento internacional y que incluso hoy sigue siendo un ejemplo rara vez igualado”. En las limitaciones puestas a intervenciones posteriores se advierte que “en los elementos comunes –vestíbulo y escalera– deberán respetarse todos los rasgos compositivos originales y las piezas originales”.
Con el paso de los años, el mural de Guinovart se fue deteriorando progresivamente, sobre todo en la parte más baja, ya que no fue protegido en modo alguno ni se hizo ningún trabajo de conservación o restauración. Se ha ido apagando el cromatismo original y las humedades, las salpicaduras de la limpieza de los escalones y el rozamiento de quienes suben y bajan por la escalera han hecho el resto. El despropósito máximo llegó cuando en verano del 2011 la comunidad de vecinos puso un pasamano y un interruptor para abrir la puerta mediante regatas y agujeros realizados directamente sobre la pintura mural. La intervención municipal instando a los vecinos a eliminar los elementos añadidos ya restituir la pintura a su estado original, llevando a cabo una restauración, no ha dado todavía, en el momento de redactar estas líneas, ningún resultado.
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