"El Reixegó y las Minas de Montcada
En un contexto totalmente diferente al que teníamos en la época
en la que se construye el Rec Comtal medieval, en pleno desarrollo
demográfico, urbano e industrial de la ciudad de Barcelona y con unas
crisis muy graves de sequia, la segunda mitad del siglo XVIII impulsa al
consistorio catalán a buscar nuevas alternativas para proveer a la
ciudad de agua.
En 1776 las autoridades reales de Catalunya, la Capitanía General, la
Intendencia y la Real Audiencia envían tropas a Montcada para evitar
sabotajes a la presa donde se captaba el agua por la fuerte sequia de
ese año y el malestar ciudadano, como ya había pasado en otras
ocasiones.
Los años 1777 y 1779, en cambio, vienen marcados por las grandes riadas que causan grandes destrozos en la presa.
Por estos motivos se tomará la decisión de abandonar este sistema
totalmente obsoleto y buscar otras alternativas. Finalmente, después de
varios proyectos, se escoge el proyecto del maestro de obras Josep Mas
de construir una mina subterránea filtrante bajo el rio Besos donde
confluye con su afluente, el Ripoll. Las obras de construcción de la
primera galería subterránea se inician el año 1778 y tenían una longitud
de 610 metros, una altura variable entre 1 y 2 metros.
La mina de conducción de las aguas captadas tiene 2 metros de ancho
por 2 metros de altura y una longitud de 1.430 metros y acaba en el
repartidor del “Reixegó”, donde se produce la repartición de las aguas
entre el Ayuntamiento de Barcelona y los regantes del Rec Comtal y los
propietarios de los molinos a razón de 1/3 y 2/3 respectivamente.
En las obras que se inician en 1778 participan el Real Patrimonio, el
Ayuntamiento de Barcelona, los propietarios de tierras regadas y los
propietarios de los molinos. Estas obras acaban el año 1786 y a tal
efecto se pone una placa conmemorativa. Esta es la primera actuación
para obtener caudal subterráneo del rio Besos, pero no el último, en
años sucesivos se ampliaran las minas para poder aumentar el caudal de
la acequia.
En 1822 se decide alargar la mina por una fuerte sequia bajo la
dirección de una Junta formada por representantes de todas las
jurisdicciones afectadas, pero no del real Patrimonio, que cooperara con
una pequeñísima cantidad. Es en este momento cuando se firma un
convenio para asegurar el suministro en 1/3 del caudal de la acequia,
para la ciudad de Barcelona.
Ese mismo año se estipula que el Municipio de Barcelona cogerá el
agua en un punto de la nueva mina inmediatamente después de su unión con
la antigua y que la conducirá por un acueducto separado. Así se procede
en 1825 y principios de 1826, a construir la nueva galería llamada
“Mina Baixa de Montcada”, que llevará el agua de Montcada hasta las
fuentes y hogares de Barcelona hasta el año 1914, momento de la gran
epidemia de fiebre tifoidea.
Este acueducto consistía en una galería excavada de agua rodada que
se iniciaba en el Reixegó, en el sitio de repartición de las aguas y se
dirigía a Barcelona hasta llegar al repartidor de Jesús, isla de casas
situada por las calles Aragó, Roger de Llúria, Consell de Cent y Pau
Clarís.
Por tanto tenemos una dotación de agua urbana resultante en 1852 de unos 12.000m3 diarios.
A partir del año 1905 se informa del mal estado en el que se
encuentran algunas de las conducciones de agua potable y del peligro a
la salud por la filtración de los pozos negros y letrinas.
En 1914 se produce en Barcelona una epidemia de fiebre tifoidea que ocasionó 2.267 muertes hasta enero de 1915.
Ver: https://reccomtalminasypozosapie.wordpress.com/el-reixego-y-las-minas-de-montcada/
Para una información completa sobre el Rec Comtal ver los magníficos trabajos de Enric H. March
aquí: https://enarchenhologos.blogspot.com/2019/10/guia-del-rec-comtal.html?fbclid=IwAR1gRjAKgKVgZpuE6bFbj6DScsEqQJMUxtyYN_pcCTgw3qzOp_0OWDvHSww
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