martes, 28 de mayo de 2024

24/01/2023 Termómetro de Can Cottet

 "El termómetro gigante del Portal de l'Àngel vuelve a lucir tras tres años tapado

Patricia Castán

El enorme termómetro de la que fuese la óptica Cottet, que con sus 22 metros de largo es el más grande de España y uno de los mayores de Europa, vuelve a marcar la temperatura desde el número 40 del Portal de l'Àngel de Barcelona, tras tres tres años en los que ha permanecido tapado por obras de rehabilitación del edificio. Queda por ver si su espectro de medición, de 40 a -5º, se quedará corto ante el tórrido verano que está viviendo la ciudad.

El termómetro de Cottet se instaló el 23 de febrero de 1956 de la mano de los hermanos Rolando, Renato y Fernando Cottet, propietarios de la cadena de ópticas, cuya tienda principal se hallaba en los bajos del edificio desde principios de siglo. Se inspiraron en otros medidores térmicos que habían visto en ciudades europeas para llamar la atención sobre su comercio, y durante un tiempo logró ser el mayor del mundo, con más de dos toneladas de peso. 

En verano de 2019, con la venta del inmueble a un fondo inversor con sede en Valencia (la óptica se trasladó a la Rambla Catalunya) comenzó una reforma del edificio que se tradujo en un enorme andamiaje y lonas cubriendo también el termómetro, que forma parte del Catálogo de protección arquitectónico, histórico y paisajístico de los establecimientos emblemáticos de la ciudad de Barcelona, por lo que su preservación está garantizada. En los bajos se ubican una zapatería y una perfumería ahora, mientras que las plantas superiores se han destinado a oficinas.

Reparado hace una década

No era la primera vez que el aparato quedaba fuera de la exposición pública. De hecho, en 2009 dejó de funcionar y fue necesaria su rehabilitación técnica, que llevó a cabo el Instituto Municipal del Paisaje Urbano y la entonces empresa propietaria del inmueble, Cottet Ópticos. Devolverle la vida costó alrededor de 70.000 euros.

El icono local estrenó nuevas lámparas led de bajo consumo, que sustituyeron a los 710 tubos de neón. De ese modo, no solo consumía menos energía, sino que la temperatura marcada en rojo resultaba más visible.

A sus pies se colocó una placa en el suelo que lo acredita como elemento del Petit Paisatge de Barcelona. Además, en un lateral de la fachada del edificio se complementa con un barómetro y un higrómetro para medir la presión atmosférica y la humedad relativa."

Ver: https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20220812/termometro-gigante-cottet-vuelve-lucir-portal-de-langel-barcelona-14266760





 

"El termómetro de Portal de L’Àngel: cuando la publicidad era de beneficio público

Un termómetro de 20 metros de altura indica a los barceloneses si hace frío o calor desde hace más de 65 años. ¿Cómo ha llegado hasta allí?, ¿Qué récords ostenta?

No hay barcelonés o turista que pase por Portal de l’Àngel que no se fije en este peculiar elemento que se asoma ya casi en el cruce con Plaza Catalunya. Se trata de un termómetro funcional que en su día fue el más grande del mundo. ¿Cómo ha llegado a este rincón y a quién pertenece?

Los que tuvieron la ocurrencia de colocar un termómetro en pleno Portal de l’Àngel no son otros que la familia Cottet, a quienes perteneció el edificio hasta 2019. Se trata de una familia de ópticos aún en activo que llevaban instalados en el edificio al que dan nombre desde 1902. Con una tradición que data de 1840, esta estirpe de franceses dedicados a la venta de gafas quisieron instalarse en Barcelona tras visitarla uno de los nietos del fundador, Constantino, en la Exposición Mundial de 1888.

14 años después, el propio Constantino Cottet abriría la óptica en una recién reformada Avenida Portal de l’Àngel, en unos tiempos en los que ni tan siquiera la Plaza Catalunya estaba aún configurada como el gran foro céntrico que es a día de hoy. Este hecho conllevó a que, años más tarde cuando toda la actividad comercial de la ciudad, se trasladó a este punto como centro neurálgico, a la óptica Cottet le fuera especialmente bien.

Tal eran los beneficios y el agradecimiento que la familia tenía hacia la ciudadanía barcelonesa que tan bien les había acogido que, como regalo a la ciudad, los hijos de Constantino: Fernando, Rolando y Renato, decidieron instalar en la década de los 40 un termómetro gigante que recorriera toda su fachada, a semejanza de un artefacto similar que vieron en un viaje a Copenhague. Un termómetro que no solo serviría para anunciar la temperatura a todo el que por allí pasara, sino para también establecer un record (el más grande del mundo) y, de paso, usarlo como reclamo publicitario.

El termómetro de Portal de L’Àngel se acabó inaugurando el 25 de febrero de 1956, debido a numerosos retrasos con proveedores de Europa que, embarcada en la II Guerra Mundial, no podían asegurar a la familia los medios necesarios para su construcción. Finalmente fue una empresa barcelonesa, Guerin Sociedad en Comandita, quienes se hicieron cargo siguiendo los planos del ingeniero J. Nebot.

Con un rango de medición que va de los -5º a los 45º, se estrenó en plena ola de frío, siendo el único momento en su historia en el que marcó su mínimo posible.

El termómetro de Portal de l’Àngel: un prodigio con medidas de record

Tal como indicamos, el termómetro de Portal de l’Angel fue el de mayor tamaño del mundo hasta que el récord se lo arrebatara en 1991 un termómetro de Baker, California (del doble de tamaño, 41 metros). No obstante, a día de hoy sigue siendo el de mayor tamaño de España y el tercero del mundo, por detrás de uno de similares medidas en Frankfurt.

Pese a que ya no ostente el título mundial, sus números siguen siendo de récord más allá de sus 22 metros de altura, como lo son las dos toneladas que pesa, el uso de 710 tubos de neón (que en la reforma de 1998, se sustituyeron por luces led) y el gasto eléctrico y de mantenimiento, que asciende a los 11.000 euros anuales.

De hecho, este último dato produjo que, tras una avería en 2009, la familia Cottet decidiera no hacerse cargo más del gasto que tal elemento emblemático les ocasionaba. Tras negociaciones con el Ayuntamiento de Xavier Trías, en 2011 fue éste quien se hizo cargo de los 70.000 euros que costaba su reparación, a lo que se sumó que el instituto municipal de Paisatge Urbà de BCN (constituido en 1997 dentro del plan Barcelona posa’t Guapa) lo declarara elemento protegido del Petit paisatge de Barcelona.

El termómetro de Can Cottet a día de hoy

La óptica Cottet mudó su actividad en 2019 a la Rambla Catalunya, ocupando los bajos del edificio una tienda de cosméticas Primor y la zapatería Casas.

El resto del edificio ha sido adquirido por un fondo de inversión inmobiliario que, como parte del acuerdo de cesión y protección, deberá garantizar el mantenimiento del termómetro, ya que aunque forma parte del inmueble y éste no está protegido, tiene la consideración de elemento emblemático de la ciudad, y por tanto, tiene la misma consideración que los 32 establecimientos históricos protegidos."

Ver: https://becinadas.es/rincones-insolitos-barcelona/termometro-portal-angel-cottet/

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