2017-07-19
Visitar la mayoría de los museos de Barcelona suele tener una utilidad doble: disfrutar la colección o exposición de turno y descubrir el pasado del edificio que lo alberga, ya que son diversas las galerías ubicadas en recintos históricos de nuestra ciudad. Es el caso del museo Picasso, del Museo marítimo o del Museo de Historia de Barcelona, escondido tras los muros de la catedral en uno de los espacios más bellos del barrio gótico, la plaza del Rey. Allí se encuentra el Palacio Real Mayor, una edificación que cierra la plaza por sus cuatro costados dejando como única vía de acceso la Bajada de Santa Clara. Esta circunstancia hace que sea un sitio recogido. Visitado por los turistas, sí. Pero a salvo de la masificación que sufren otras calles de la ciudad. Quien llega allí lo hace por error o bien porque conoce su existencia y lo busca expresamente.
El recinto palaciego lo conforman tres espacios bien diferenciados: la capilla palatina de Santa Ágata a un lado, el Salón del Tinell en el centro y el Palau del Lloctinent al otro lado. Los dos primeros albergan una de las sedes del ya mencionado Museo de Historia. El tercero ha tenido diferentes usos desde el siglo XVI.
Construido como edificio anexo a la residencial real de los Reyes de Aragón, el Palau del Lloctinent fue alzado entre 1548 y 1557 por orden del emperador Carlos V, con la intención de fijarlo como residencia oficial de su representante en Cataluña, por lo que también fue conocido como Palacio del Virrey. El edificio es una mezcla de diferentes estilos arquitectónicos, entre los que destacan el gótico y el renacentista. Esto se debe al aprovechamiento que se hizo de otras edificaciones anteriores. De su construcción destacan dos anécdotas de agudeza visual:
La primera, son dos esculturas eróticas que adornan las ventanas de la calle de los Condes. Al parecer, y aquí entramos ya en el terreno de lo legendario, esa representación sexual fue petición expresa del mismísimo emperador para escandalizar al obispo de Barcelona, Jaume Cassador, con quien tenía mala relación, así como a los canónigos que entraban en la catedral por la plaza de Sant Iu, justo delante del Lloctinent. Cierto o no, las figuras están ahí y son apreciables a simple vista.
La segunda, son unas inscripciones en hebreo tatuadas sobre la pared. El origen se encuentra en el antiguo cementerio hebreo de Montjuic, del que se extrajeron lápidas funerarias cuya piedra fue reaprovechada en nuevas construcciones. En ambos casos, estos vestigios pasan bastante desapercibidos al trasiego de turistas y locales, que miran pero no ven. Eso sí, una vez localizados será imposible no volver a reparar en ellos.
Resulta irónico que el siguiente uso del edificio tras ser residencia del virrey fuese como cuartel general de la Inquisición, que durante siglos custodió los preceptos de la fe y persiguió conductas judaizantes desde un recinto con representaciones sodomitas y con inscripciones hebraicas.
Visitar la mayoría de los museos de Barcelona suele tener una utilidad doble: disfrutar la colección o exposición de turno y descubrir el pasado del edificio que lo alberga, ya que son diversas las galerías ubicadas en recintos históricos de nuestra ciudad. Es el caso del museo Picasso, del Museo marítimo o del Museo de Historia de Barcelona, escondido tras los muros de la catedral en uno de los espacios más bellos del barrio gótico, la plaza del Rey.
Allí se encuentra el Palacio Real Mayor, una edificación que cierra la plaza por sus cuatro costados dejando como única vía de acceso la Bajada de Santa Clara. Esta circunstancia hace que sea un sitio recogido. Visitado por los turistas, sí. Pero a salvo de la masificación que sufren otras calles de la ciudad. Quien llega allí lo hace por error o bien porque conoce su existencia y lo busca expresamente.
El recinto palaciego lo conforman tres espacios bien diferenciados: la capilla palatina de Santa Ágata a un lado, el Salón del Tinell en el centro y el Palau del Lloctinent al otro lado. Los dos primeros albergan una de las sedes del ya mencionado Museo de Historia. El tercero ha tenido diferentes usos desde el siglo XVI.
Construido como edificio anexo a la residencial real de los Reyes de Aragón, el Palau del Lloctinent fue alzado entre 1548 y 1557 por orden del emperador Carlos V, con la intención de fijarlo como residencia oficial de su representante en Cataluña, por lo que también fue conocido como Palacio del Virrey. El edificio es una mezcla de diferentes estilos arquitectónicos, entre los que destacan el gótico y el renacentista. Esto se debe al aprovechamiento que se hizo de otras edificaciones anteriores. De su construcción destacan dos anécdotas de agudeza visual:
La primera, son dos esculturas eróticas que adornan las ventanas de la calle de los Condes. Al parecer, y aquí entramos ya en el terreno de lo legendario, esa representación sexual fue petición expresa del mismísimo emperador para escandalizar al obispo de Barcelona, Jaume Cassador, con quien tenía mala relación, así como a los canónigos que entraban en la catedral por la plaza de Sant Iu, justo delante del Lloctinent. Cierto o no, las figuras están ahí y son apreciables a simple vista.
La segunda, son unas inscripciones en hebreo tatuadas sobre la pared. El origen se encuentra en el antiguo cementerio hebreo de Montjuic, del que se extrajeron lápidas funerarias cuya piedra fue reaprovechada en nuevas construcciones. En ambos casos, estos vestigios pasan bastante desapercibidos al trasiego de turistas y locales, que miran pero no ven. Eso sí, una vez localizados será imposible no volver a reparar en ellos.
Resulta irónico que el siguiente uso del edificio tras ser residencia del virrey fuese como cuartel general de la Inquisición, que durante siglos custodió los preceptos de la fe y persiguió conductas judaizantes desde un recinto con representaciones sodomitas y con inscripciones hebraicas."
Ver: https://www.nyn.es/es/blog/palau-lloctinent-detalles-eroticos
"El palacio más pornográfico
Casi nadie buscaría pornografía junto a una catedral, pero quien lo haga en los alrededores de la de Barcelona la encontrará. Y lo hará en el conocido como Palau del Lloctinent, en la fachada que da a la calle de los Comtes. Sodomía y sexo
oral adornan dos de las ventanas del edificio para sorpresa -y para algunos escándalo- de los observadores.
Una de las esculturas muestra a dos figuras infantiles. Uno
introduce un fuelle en el ano del otro. En otra ventana, un tercer
personaje practica una felación a una especie de ser monstruoso. Según
la leyenda, la presencia de estas escenas X se debe al rey
Carlos
I, que mandó esculpirlas para escandalizar a los canónigos que
acudían a la catedral, que en el siglo XVI tenía su entrada principal
por la puerta de Sant Iu, casi enfrente de la citada fachada. Al parecer, se debía a las malas relaciones del monarca con el entonces obispo de Barcelona, Jaume Cassador.
El Palau del Lloctinent data de 1549 y se construyó como un anexo del Palau
Reial
Major, residencia de los condes de Barcelona y más tarde de los
reyes de la Corona de Aragón. Fue un encargo de Carlos I para su
representante en Catalunya. El encargo, por lo visto, incluyó la
presencia de los angelotes pornográficos.
Este palacio fue
más
tarde sede de la Inquisición, convento de las clarisas y más recientemente sede del Arxiu de la Corona
d’Aragó. En la fachada del edificio se da la circunstancia de que
también son visibles algunas piedras con inscripciones hebreas,
procedentes del antiguo cementerio judío de Montjuïc.
Fue rehabilitado en el año 2007 y actualmente puede visitarse el patio
renacentista y la escalera
noble, coronada por un bello techo de madera. Antiguamente, un
puente comunicaba el edificio con la catedral, en cuya fachada todavía
son visibles algunos restos y la antigua puerta de madera."
Ver: https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20170603/423125128062/palacio-x-lloctinent-barcelona-secreta.html
Ver tambien: https://redescubriendomibarcelona.blogspot.com.es/2016/07/14052016-palau-de-lloctinent-i-exterior.html
https://redescubriendomibarcelona.blogspot.com/2016/07/14052016-palau-de-lloctinent-ii-interior.html
https://redescubriendomibarcelona.blogspot.com/2018/01/26122017-buscando-el-palau-reial-major.html
https://redescubriendomibarcelona.blogspot.com/2019/01/07012019-buscando-el-palau-reial-major.html
Ver también: http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/141732/1/D%C3%ADaz%20Ru%C3%ADz%2C%20M.Pilar.pdf
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