miércoles, 3 de septiembre de 2025

02/09/2025 Oristá. La Ramada Encantada

"La Ramada Encantada

La Ramada encantada es una altiplanicie de rocas sobresalientes en medio del camino ganadero central, en la pleta de Pla Moixó. Asociada en este lugar se encuentra la leyenda de la Ramada encantada que refleja la actividad ganadera y trashumante desde el punto de vista de los conflictos que se desarrollaban.

La leyenda de la Ramada Encantada explica que la gente de la Torre de Oristà empezó por cortar las encinas y robles y roturar (Fer rompuda: Acción de cavar profundamente la tierra para cultivarla), en el plan Moixó. Cuanto más roturaban los campesinos, menos pasto para los rebaños trashumantes. Había pastores que protestaban, discutían fuertemente con los aparceros, pero seguían su camino. En cambio, algunos, en vez de protestar, extendían el rebaño por medio de los campos igual como si fuera un prado de hierba, estropeando la vianda que había plantada. Esto es lo que provocó que en un tiempo pasado en el plan Moixó hubo fuertes trifulcas entre unos y otros. Pero al final, después de mucho tiempo de litigios, pastores y campesinos llegaron a un acuerdo para respetar sus intereses contrapuestos: los rebaños respetarían el sembrado y los campesinos no roturarían más. Justo en lo alto del quintán dejarían un trozo donde pastores y ovejas pudieran hacer parada y pasar la noche en caso de que lo creyesen conveniente, es decir, el espacio destinado a poder hacer parada sería un terreno que nunca nadie podría apropiárselo, y constaría como empriu o remolta. Los pastores, todavía un poco de mal grado, aceptaron el trato, pero con la condición de que cuando no hubiera vianda plantada en los campos de cultivo, los rebaños gozarían del derecho a pastar las hierbas.

Pero entre los pastores había uno muy tizudo. Ya le conocían como un buscabrega que nunca estaba contento de nada, y sólo faltaba que unos dijeran blanco para que él dijera negro. Era un hombre que tenía un hablar muy asqueroso, a menudo ponía en marcha unas carrentas de sagrepanes que hacían estremecer; por eso, era conocido como el pastor renegaire (pastor que reniega). Pues bien, según la leyenda, este pastor nunca quiso saber nada de los tratos que habían hecho los campesinos de llano Moixó y los pastores de montaña, él iba a la suya y cuando pasaba con el rebaño tiraba recto, daba igual que los campos estuvieran sembrados. Cuando un campesino le abucheaba, él solía contestar con una larga letanía de su repertorio de reniegos.

Dice que era a finales de octubre, es decir, pocos días antes de todos santos, que uno de los aparceros de plan Moixó fue a ver si la sembrada ya nacía. El campo que mandaba en el Pla Moixó era justo ael inicio del camino ganadero. Cuando salió a la vista del campo, vio cómo un rebaño le pacía la sembrada, y el hombre, muy enfadado, fue decidido a hacer marchar a las ovejas de su pedazo. Pero se encontró que quien mandaba el rebaño era el pastor renegaire. Se agitaron de mala manera; el campesino no quería que las ovejas le estropearan la sembrada y el pastor, en cambio, hacía que las ovejas se la comieran. Y el campesino saigió adelante; después de una fuerte abucheada, tacos y algún golpe de roca, el pastor continuó con las ovejas dentro del campo, que siguieron apacentando el trigo recién nacido. El pastor, haciendo mofa del pobre campesino, todavía le dijo: “Mirad, tenía pensado ir a dormir a Pilar oa Andreus, pero como todavía quedará comida, me quedaré a dormir aquí cerca del campo, así cuando las ovejas se levanten por la mañana podrán desayunar”. Hay que decir que este campo es el que hay junto a la remolta, donde muchos rebaños pasaban la noche. Al payés, al oír el tono de mofa que empleaba el pastor, sólo se le ocurrió decir: “Ojalá no se despertasen nunca más, ni tú ni el rebaño”. Cuenta la leyenda que asimismo ocurrió. Por la mañana pastores y ovejas, perro y bastón se habían convertido en piedra, es decir, tal y como se durmieron al anochecer, quedaron encantados en forma de piedra. Así es como fue castigado un pastor malhablado que, por donde pasaba, todo lo estropeaba. Desde ese día la revuelta de plan Moixó se conoce como la ramada encantada”.

TORRES, Jordi (2003). Apuntes de trashumancia. Costumbres, normas, oficios y leyendas de trashumancia. Surco.

TORRES, Jordi y COROMINAS, Josep (2004). Ruta de trashumancia. Santa Cruz -La Torre de Oristà -Santa Cruz. Surco, ámbito de investigación y documentación del Lluçanès."

Ver: https://turisme.llucanes.cat/visiteu/la-ramada-encantada/

Fotos: Jordi Noguera








 

 

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