La pista de Bàsquet del carrer Major tiene una cubierta metálica ondulada de cuya autoría no he encontrado información. En este espacio, recientemente se han construido unos nuevos vestuarios
Carrer Major 9
"La ampliación del complejo deportivo del club Betsaida con la adición de nuevos vestuarios y nuevas gradas es un proyecto de compromiso dentro del barrio. Se encuentra en el límite entre la pista deportiva y la Masía de Can Rigalt, una de las últimas trazas de la ciudad preindustrial de Sant Adrià del Besòs.
Algunos compromisos se ven reflejados en la creación de un patio de acceso a la entrada del complejo. Un celo de bloque de hormigón perforado filtra el acceso y lo separa del resto del patio.
La parte delantera de los vestuarios hace fachada con pista deportiva, generando el acceso al mismo nivel. El edificio se convierte en una frontera, un límite grueso entre complejo y patio, definido por el programa y reaccionando a las condiciones del emplazamiento. Materializada en madera y U-Glass, la fachada actúa de linterna en la nocturnidad. A sus espaldas, 5 vestuarios, la cafetería y la zona de acceso cumplen el programa con sencillez. La fachada posterior, pintada de blanco, se curva respondiendo a la forma de can Rigalt.
Completando el conjunto, la cubierta sirve a la vez de gradería, reuniendo las emociones y los gritos de ánimo de los espectadores. La parte posterior se materializa en forma de balcones acabados en cerámica esmaltada color carmín, tomando la forma de los vestuarios que cubren, ya la vez agrandando la grada y creando una plaza, un mirador sobre la Masía de Can Rigalt. Éste es el punto de encuentro de los hermanos pequeños, que juegan con sus peonzas mientras sus padres animan a sus hermanos y hermanas que están en la pista.
La construcción de la ampliación es económica, simple y propia de la periferia urbana. Por ello, el edificio contagia su imagen a su geometría curva, sin pretensión en los acabados. Sombras de celos, reflejadas en la curvatura de la cerámica esmaltada sobre un lienzo blanco como fondo, son suficientes para conseguir la conformación del sitio; para conformar el límite.
Autor: Lagula Arquitectos"
Algunos compromisos se ven reflejados en la creación de un patio de acceso a la entrada del complejo. Un celo de bloque de hormigón perforado filtra el acceso y lo separa del resto del patio.
La parte delantera de los vestuarios hace fachada con pista deportiva, generando el acceso al mismo nivel. El edificio se convierte en una frontera, un límite grueso entre complejo y patio, definido por el programa y reaccionando a las condiciones del emplazamiento. Materializada en madera y U-Glass, la fachada actúa de linterna en la nocturnidad. A sus espaldas, 5 vestuarios, la cafetería y la zona de acceso cumplen el programa con sencillez. La fachada posterior, pintada de blanco, se curva respondiendo a la forma de can Rigalt.
Completando el conjunto, la cubierta sirve a la vez de gradería, reuniendo las emociones y los gritos de ánimo de los espectadores. La parte posterior se materializa en forma de balcones acabados en cerámica esmaltada color carmín, tomando la forma de los vestuarios que cubren, ya la vez agrandando la grada y creando una plaza, un mirador sobre la Masía de Can Rigalt. Éste es el punto de encuentro de los hermanos pequeños, que juegan con sus peonzas mientras sus padres animan a sus hermanos y hermanas que están en la pista.
La construcción de la ampliación es económica, simple y propia de la periferia urbana. Por ello, el edificio contagia su imagen a su geometría curva, sin pretensión en los acabados. Sombras de celos, reflejadas en la curvatura de la cerámica esmaltada sobre un lienzo blanco como fondo, son suficientes para conseguir la conformación del sitio; para conformar el límite.
Autor: Lagula Arquitectos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario