"Joan Miró y Joan Gardy Artigas: escultura, cerámica y arte universal
Por todos es conocida la estrecha relación, tanto profesional como de amistad, entre Joan Miró, el ceramista y crítico de arte Josep Llorens Artigas, y el hijo de éste, Joan Llorens i Gardy, ceramista y escultor, más conocido como Gardy Artigas. Los tres realizaron varias obras de forma conjunta y, tras la muerte de Josep Llorens Artigas, Miró y Gardy Artigas continuaron colaborando en la creacjón de varias obras escultóricas.
Vida de Joan Gardy Artigas
Joan Gardy Artigas siguió los pasos de su padre en el mundo de la escultura. Primero se formó en la École du Louvre, junto con artistas como Chagall, Braque y Giacometti. En 1959 instaló un taller de cerámica en París, y colaboró asiduamente con Joan Miró desde su adolescencia, debido a la relación que éste tenía con su padre.
Hasta los años 90, Gardy Artigas fijó su residencia en París y expuso en galerías de la ciudad, como la galería Maeght, Zurich o Barcelona. Residió también unos años en Japón, debido a su interés en la cerámica nipona.
Obras que deberías conocer de Joan Miró y Joan Gardy Artigas
Junto a Joan Miró, Gardy Artigas realizó esculturas públicas en todo el mundo. Algunos de sus murales más conocidos son el mural de la UNESCO en París, el de la Universidad de Harvard, el del aeropuerto de Barcelona, el del Palacio de Congresos de Madrid, el del edificio del Coderch en la Vía Augusta de Barcelona… A continuación analizamos algunas de las colaboraciones más destacadas de Joan Gardy Artigas y Joan Miró:
Wilhelm-Hack Museum de Ludwigshafen
El museo de Wilhelm-Hack tiene una de las obras más grandes creadas por los dos artistas: un mural de 7.200 baldosas de cerámica, con un ancho de 55 metros y una altura de diez metros. Este mural se ha convertido en el emblema del museo Wilhelm-Hack ubicado en Ludwigshafen.
Todo surgió por un defecto en la construcción del museo, que tuvo que elevarse 4 metros más de lo previsto. , Por ello, en el año 1970 el museo pidió a Miró la realización de una obra de arte para la fachada exterior del museo.
Así, Joan Miró y el ceramista Joan Gardy Artigas diseñaron este revestimiento cerámico para la fachada del museo. Las baldosas se elaboraron en unos hornos de cocción creados especialmente para la ocasión en la localidad catalana de Gallifa, y fueron trasladadas posteriormente a Ludwigshafen en noviembre de 1979. El mural se completó a finales de ese mismo año.
Dona i Ocell
En el año 1983, poco antes de su muerte, Miró vio como quedaba inaugurada su gigante escultura Dona i Ocell, de 21 metros de altura, en el parque que lleva el nombre del artista, el Parc Joan Miró.
La escultura hace referencia a la feminidad. El título original de la pieza era Dona-bolet con sombrero de luna. Efectivamente, la figura femenina queda culminada por un sombrero y una media luna. Recurriendo al universo iconográfico de Miró, esta es una manera con la que Miró representaba a los pájaros, que simbolizan la conexión entre la tierra y el cielo.
Gardy Artigas es el responsable de la cerámica en tonos amarillos, rojos, verdes y azules en forma de mosaico.
Mural MNAC
Desde el año 2013, en el vestíbulo del primer piso del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) podemos encontrar un mural de cerámica realizado por Miró y Joan Gardy Artigas en 1978. La pieza se encontraba antes en el vestíbulo de la Conselleria d’Ensenyament, antigua sede de IBM en Vía Augusta, y fue cedida por el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya al museo.
Miró y Gardy Artigas crearon un gran mural (2,80 x 8,72 m) con 406 baldosas de gres refractario. Sobre un fondo blanco crudo, Miró dibujó figuras con colores vivos: azul, rojo, verde y amarillo, contorneadas por gruesas líneas de color negro.
Ver: https://grupenciclopedia.cat/blog/es/joan-miro-y-joan-gardy-artigas/
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