"El Port de Tarragona recupera el icónico edificio de las antiguas oficinas, once años después de vaciarlo
Toni Cabanillas 17/05/2021 06:00h
Once años después de que los problemas de climatización y las patologías derivadas de la acción del mar en la fachada de las icónicas oficinas del Puerto de Tarragona obligaran a vaciarlas, el edificio vuelve a estar listo para convertirse en uno de los grandes epicentros activos del hemisferio sur de la capital. La rehabilitación del gigante de hormigón y vidrio, la primera en sus 40 años de historia, ha optado por «respetar íntegramente la geometría y los materiales que lo hacen único», explica Daniel Vera, director ejecutivo de la obra. «¡Lo hemos conseguido transportar en el siglo XXI!», asevera ahora, satisfecho.
Tras veinte meses de intervención, el edificio ha resuelto las carencias que en su día obligaron a trasladar la sede portuaria al edificio de al lado. «Somos conscientes de que hemos trabajado con uno de los grandes iconos de la ciudad», añade Teresa Jacas, directora del área urbanística del proyecto, para recuperar una de las estructuras más características de la fachada marítima de Tarragona. El renovado edificio volverá a estar plenamente operativo durante la primera quincena de julio, después de más de una década abandonada.
El edificio está pensado para acoger «usos y servicios las 24 horas del día y los siete días de la semana», explica Teresa. Las dos primeras plantas se destinará a oficinas y despachos que se alquilará a empresas interesadas, a través de un concurso público que está a punto de cerrarse. «Sí podemos asegurar que, mientras trabajamos en estos detalles, son muchas las empresas que se están interesando por estas salas», argumenta Dani. La luz natural, los enormes cristales y unas vistas de postal ayudan a hacer de las salas unos de los espacios más golosos de toda la ciudad
Las plantas tres y cuatro pasarán a convertirse en la nueva sede institucional del Puerto de Tarragona, con despachos como el de la presidencia o la gran mesa de reuniones. El edificio actual quedará para usos administrativos de la Autoridad Portuaria. Por su parte, la quinta y última planta y la sobrecubierta se destinarán a albergar servicios como Salvamento Marítimo o Puerto Control, aprovechando «la visión ideal de todo el Puerto de Tarragona» que permiten los pisos más altos.
Dani confiesa que no ha sido una rehabilitación fácil, y que el grueso del proyecto ha pasado por «rediseñar un nuevo rendimiento de eficiencia energética» a través de «una intervención integral capaz de equipar la infraestructura con las mejores tecnologías de hoy y respetar y poner en valor la estructura original que en ningún momento hemos querido tocar». Combinar la herencia con el futuro, pues, de la mano de un edificio pensado para acoger servicios y empresas múltiples, además de consolidarse como la nueva sede institucional del Puerto de Tarragona
«La estructura del edificio ya está plenamente terminada y rehabilitada», confirma Teresa, satisfecha. Los últimos trámites de validación, junto con el acondicionamiento interior y la instalación de un mobiliario que ya ha sido adjudicado y encargado pero que no llegará hasta finales de junio, hacen que todavía no se pueda confirmar el traslado y sea necesario esperar unas últimas semanas. "Creemos que a principios de julio, ya con el traslado definitivo de sistemas como Port Control, es cuando la nueva sede podrá entrar definitivamente en funcionamiento", coinciden los directores. «Si nada se retrasa...», apuntan, casi por compromiso. Semana arriba semana abajo, los números salen.
«Somos plenamente conscientes del alto simbolismo del edificio», apunta Teresa, «y ahora estamos poniendo la guinda del pastel con una adecuación del entorno a la altura y con una propuesta de jardinería mediterránea y autóctona que irá creciendo en torno al edificio». Una de las joyas de la corona será la actual estructura de una gran fuente, la 'Nao', que se está rehabilitando y poniendo a punto para complementar la nueva capital marinera. La luz y lavor de la fachada exterior contrasta con la grisura y la geometría inversa de la entrada, con unas escaleras de caracol que, al menos, sorprenden. «Cuando decíamos que hemos querido respetar el legado del edificio, es que hemos querido respetarlo», sonríe Teresa. El edificio venía así.
Las antiguas oficinas -y próxima sede institucional- del Puerto de Tarragona son obra del arquitecto local Josep Maria Garreta, a finales de los años setenta. «Es el mismo arquitecto que hizo la residencia de la Mercè», le señala desde la sobrecubierta Teresa, fijándose en las formas geométricas del edificio. El corazón del Puerto, de formas angulosas y estilo descaradamente brutalista, sublima la obsesión por la geometría. «La estructura, por fuera, representa una rosa de los vientos que gira en cada planta», pide que nos fijemos Dani. Sonríe. Después nos deja más tranquilos al confirmar que, entre las escaleras de caracol, el ascensor se podrá utilizar en breve.
Once años después del cambio de edificio, la joya de Garreta está a punto de volver a la acción y de hacer que «una de las grandes siluetas del skyline de Tarragona» pronto vuelva a ser mucho más que una silueta vacía . «Ya no es necesario sufrir ni por los problemas de climatización, ni por la piel de la estructura, ni por las carencias de habitabilidad» de la década anterior, confirma Vera durante la visita. «Ya es el edificio rehabilitado que queríamos que fuese para las próximas décadas», celebra.
La rehabilitación de las nuevas oficinas del Port era una de las grandes inversiones del calendario del año 2021, de la mano de otras grandes actuaciones como el nuevo Museu del Port que verá la luz este verano o la nueva terminal de cruceros en el Moll de Baleares que también está afrontando los flecos finales de la actuación. El gigante ya se ha logrado deshacer de las vallas y ahora sólo espera el último visto bueno para reabrir en mayúsculas el próximo mes de julio. «Los esfuerzos han merecido la pena, sin embargo», opinan los directores del proyecto. Nos quedamos mirando por los ventanales y confieso perder —bastante— el hilo de la conversación. Ya lo dicen, que pocos pueden competir con el poder de seducción el azul del Mediterráneo."
Passeig de L'Escullera
Ver en 2018
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