Barcelona, 1871 – Port de Pollença, 1959
Anglada fue el pintor más joven de la segunda generación de modernistas y obtuvo eco internacional. Después de un aprendizaje en Barcelona, se trasladó a París, donde trató en numerosas obras la vida nocturna parisiense con efectos lumínicos. El impacto que ejerció en París la estética de los Ballets Rusos de Diaghilev es decisivo para la evolución de su obra, sin olvidar su estancia en Valencia a partir de 1904, centrada en el folclorismo hispánico de marcado decorativismo, como evidencia esta pintura, en la que el verdadero protagonista es el cromatismo de la indumentaria.
Hacia 1914
195,5 x 125,5 cm
Depósito de la Diputació de Barcelona, 1991
156066-000