sábado, 7 de junio de 2025

23/04/2025 Hotel Sagrada Familia

Sin información sobre la autoría de este hotel construido en 2004 y que tiene la particularidad de que su fachada está completamente ocupada por un mural del colectivo artístico Harpö (Arcadi Poch y Lucas Milà), que representa a Antoni Gaudí, descalzo, sentado en el suelo y contemplando un souvenir de su Sagrada Familia que sostiene en su mano

Carrer de Còrsega, 541
 








 
 

"'Monkey ice cream'

Acaban de pintar a Gaudí en la fachada del Hotel Sagrada Família. También han llenado el Eixample de color y han soltado 26 monos en el centro de Badalona. Arcadi Poch y Lucas Milà son Härpo, un dúo gamberro y conceptual.

Gaudí está descalzo y observa con semblante adusto la Sagrada Família en la palma de su mano. Un souvenir en el que se ha convertido la propia Barcelona, ciudad turística y de vacaciones que poco a poco va perdiendo sus barrios y gentes de toda la vida. Hasta ahora la fachada del Hotel Sagrada Família, en la calle Còrsega, era una pared anodina de 24 ventanas. Pero el dúo Harpö pintó en diciembre un nuevo icono urbano:un simbólico (y crítico) Gaudí.

Aunque la industria del merchandising kitsch ha explotado hasta la indigestión todas las obras de Gaudí (que si Pedreres, que si lagartos de trencadís, que si Sagradas Familias en un globo de nieve...), el rostro del arquitecto permanece paradójicamente infrarrepresentado en las calles de Barcelona. Salvo por esa escultura de bronce de Gaudí a tamaño natural bajo el Portal Miralles Sarrià, creada por Joaquim Camps en 1999.

Arcadi Poch y Lucas Milà (descendiente, por cierto, de la familia Milà que encargó la Pedrera) se subieron a una grúa para pintar un Gaudí de casi 24 metros de alto en gris y blanco, con un traje verde oliva, similar al color de los árboles del Eixample. «El trazo es muy suave, no podemos olvidar que es un mural permanente, con el que van a convivir los vecinos y que estamos colonizando un espacio. Queríamos ser muy respetuosos», admite Arcadi Poch, que una vez recibido el encargo del hotel se pasó más de un año tramitando los permisos municipales para poder intervenir la fachada. Tras el respeto (o precisamente por el respeto al espíritu de Gaudí) subyace la denuncia a la Barcelona souvenir: «Por filosofía somos situacionistas. Y no podíamos eludir el peso que hay detrás de un hotel que se llama Sagrada Família. Puede haber muchas lecturas. Pero la pregunta es:¿Qué pensaría Gaudí si viera ahora Barcelona?Probablemente sentiría una fractura con la ciudad. En la última época vivió en un aislamiento muy estricto y ya experimentó cierta ruptura», admite Arcadi.

El tándem Härpo -la unión del artista plástico Lucas Milà y del curator y teórico urbano Arcadi Poch- empezó en 2015. Aunque ambos mantienen sus proyectos y trayectorias paralelas, cuando se juntan crean instalaciones, murales y workshop con un punto irónico y lúdico, en la estela del actor cómico -y arpista- Harpo Marx, uno de los cinco hermanos del clan Marx. «Nos gusta ese humor ácido, inocente, que quiere perturbar pero sin dejar de ser amable», reinvindica Arcadi (y, como el cine mudo de Marx, Lucas Milà prefiere quedarse en esa H que no suena y que Arcadi, el teórico, sea la voz).

Esa ironía marxiana es la bandera del tándem. «No tenemos un lenguaje pictórico establecido, cada pieza es diferente, aunque sí las une un componente narrativo, cierta reflexión...», considera Arcadi. Su primera intervención en Barcelona fue hace un par de años, en una fachada de viviendas de la calle Provença, a la altura de Muntaner. 

Foto en https://www.facebook.com/profile.php?id=100065322406571

De nuevo, la fachada era de un gris común. Y ellos la cubrieron de color, como el juego infantil de una niña pequeña a quien dejaran pintar con brocha (y que, de hecho, está ahí pintando). «En Barcelona se pueden encontrar algunas medianeras con murales, pero las fachadas son poco habituales. Esta obra fue una apología del color, porque al Eixample le falta. Estamos rodeados del ruido visual de la publicidad, de los comercios y ahora de la guerra de banderas... Falta arte en las calles, como en Berlín o Londres», apunta Arcadi.

Y del color al negro. En Badalona han dejado su obra más divertida, su particular homenaje a uno de los símbolos de la ciudad: el mono. La mítica Heladería Can Soler, en plena calle del Mar (y con unos de los mejores helados del país), les encargó un mural para su terraza. Y echando mano de la historia más desconocida de Badalona pintaron una jungla de monos urbanos: monos que se hacen selfies o usan el Ipad, monos que roban bolsos o helados, monos vándalos que dibujan tags en la pared o beben horchata... «Durante más de 100 años en la fábrica de Anís del Mono siempre hubo un mono de verdad. Cuando moría, traían otro. Una vez enviaron una carta a Estados Unidos pidiendo uno o dos monos. Y al cabo de unas semanas llegó un barco con 65 monos y una carta de disculpas por no haber podido conseguir los 102 monos. Confundieron la o de '1 o 2' con un cero...», cuenta Poch, que estuvo a punto de rodar un documental sobre la historia de Anís del Mono. ¿Qué paso con esa sesentena de monos? «Los regalaron al zoo y a particulares», cuenta. Esos monos gamberros son como el autorretrato de Härpo en versión animal de compañía. «Ah, y a los monos les encantan los helados»." 

Ver: https://www.elmundo.es/cataluna/2018/01/04/5a4e588946163fea548b463a.html

La Terrasseta de Can Soler renueva su fachada con un mural artístico 

Foto en https://www.facebook.com/profile.php?id=100065322406571

Gracias por su contribución a: Rosendo Muñiz Soler

"CARRER DE CORSEGA
Las muraallas de Barcelona se derribaron en el año 1854, el ingeniero señor Cerdá presentó un proyecto de manzanas todas iguales que se conoció como el Eixample. El eje central era el paseo de Gracia, a su derecha se forjó lo que se conoce como la Derecha del Eixample y a su iquierda la Izquierda del Eixample. En la actualidad la Izquierda de Eixampe está subdividida en la Antigua y la Nueva Izquierda del Eixample. La Nueva comprende las calles del Comte de Urgell, Avenidas de Sarriá y de Josep Tarradellas, la calle de Tarragona y la Gran Vía de leas Cortes Catalanas. Es una zona que tardó mucho en urbanizarse, a principios del siglo XX solo tenía construiida la prision de la cárcel Modelo, un matadero e ininidad de barracas que se hacia la mucha gente que venía desde toda España para trabajar en Barcelona. Fue a partir de los años treinta, años republicanos, que esta zona se empezo a urbanizar, es cuando adquirió el nombre de la Nova Esquerra del Eixample Vamos a ver las distintas calles que han ido configurando este característico barrio barcelonés. como por ejemplo la calle de Córcega. Una calle que nace en la avenida de Josep Tarradellas y llega al paseo de Maragall en el barrio del Campo del Arpa. Fue una de las calles de las que configuraron el plan del Eixample. Era la calle letra G. En los planos del nuevo Eixample a las calles que iban de mar a montaña se las identificó con un número y a las que iban de la zona del río Llobregat a la zona del río Besós con una letra. En el año 1963 el ayuntamiento de Barcelona le pidió al escritor don Víctor Balaguer que estableciera un corolario para ir poniendo nombre propio a todas las calles del nuevo Eixample. A la calle letra G le puso el nombre de calle de Córcega, por hacer referencia a la isla italiana de Córcega, un lugar donde tuvimos una especial incidencia los catalanes a partir de finales del siglo XIII que el papa de Roma don Bonifacio VIII concedió la soberanía de la isla de Còrcega al rey don Jaume II de Aragón. Una soberanía que siempre estuvo compartida con los genoveses, hasta el año 1447 que el papa de Roma don Nicolás V concedió la soberanía de la isla a Génova, En el año 1458 con la muerte del rey de Aragón y conde de Barcelona don Alfonso IV, los catalanes y los aragoneses abandonamos para siempre esta apreciada isla con la que mantuvimos interesantes encuentros historicos. Esta es la historia de por qué existe una calle en el barrio barcelonés de la Nova Esquerra del Eixample, que desde el año 1863 hasta la actuualidad la seguimos conociendo como la calle de Corsega. .
CARRER DE CORSEGA
Les muralles de Barcelona es van enderrocar l'any 1854, l'enginyer senyor Cerdà va presentar un projecte de mançanes totes iguals que es va conèixer com l'Eixample. L'eix central era el passeig de Gràcia, a la seva dreta es va forjar el que es coneix com la Dreta de l'Eixample i a la seva esquerra l'Esquerra de l'Eixample. Actualment l'Esquerra d'Eixampe està subdividida a l'Antiga i la Nova Esquerra de l'Eixample. La Nova comprèn els carrers del Comte d'Urgell, Avingudes de Sarrià i de Josep Tarradellas, el carrer de Tarragona i la Gran Via de les Corts Catalanes. És una zona que va trigar molt a urbanitzar-se, a principis del segle XX només tenia construïda la presó Model, un escorxador i ininitat de barraques que es feia la molta gent que venia des de tot Espanya per treballar a Barcelona. Va ser a partir dels anys trenta, anys republicans, que aquesta zona es va començar a urbanitzar, és quan va adquirir el nom de la Nova Esquerra de l'Eixample Anem a veure els diferents carrers que han anat configurant aquest característic barri barceloní om ara el carrer de Córsega. Un carrer que neix a la avinguda de Josep Tarradellas i arriva al passeig de Maragall dins del barri del Cam de l'Arpa. Va ser un dels carrers que van configurar el nou Eixample com el carrer de la lletra G. Als plànols del nou Eixample als carrers que anaven de mar a muntanya se'ls va identificar amb un número i als que anaven de la zona del riu Llobregat a la zona del riu Besòs amb una lletra. L'any 1963 l'ajuntament de Barcelona va demanar a l'escriptor don Víctor Balaguer que establís un corol·lari per anar posant nom propi a tots els carrers del nou Eixample. Al carrer de la lletra G li va posar el nom de carrer de Corsega per fer referència a l'illa italiana de Còrsega, un lloc on vam tenir una especial incidència els catalans a partir de finals del segle XIII que el papa de Roma don Bonifaci VIII va concedir la sobirania de l'illa de Corsega al rei don Jaume II d'Aragó. Una sobirania que sempre va estar compartida amb els genovesos, fins a l'any 1447 que el papa de Roma don Nicolau V va concedir la sobirania de l'illa a Gènova. L'any 1458 amb la mort del rei d'Aragó i i comte de Barcelona don Alfons IV, ​​els catalans i els aragonesos vam abandonar per sempre aquesta apreciada illa amb la què vam mantenir interessants trobades historiques. Aquesta és la història de per què hi ha un carrer al barri barceloní de la Nova Esquerra de l'Eixample, que des de l'any 1863 fins a l'actuualitat el seguim coneixent com el carrer de Córsega."

 

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