sábado, 3 de mayo de 2025

14/09/2024 Mataró. Nau Gaudí II

"El primer edificio de Gaudí

Antoni Gaudí mantuvo una estrecha relación personal y profesional en sus años de juventud con Salvador Pagès, uno de los líderes más destacados del movimiento cooperativo de finales del siglo XIX en Cataluña. Este industrial textil fue el fundador de la Cooperativa la Obrera Mataronense, sociedad fundada en 1864 e instalada en la antigua villa de Gràcia, que en 1874 se trasladó a la ciudad de Mataró.

La aproximación de Pagès hacia las ideas del socialismo utópico le llevaron a encargar al joven arquitecto el diseño de un complejo industrial que siguiera el modelo de las colonias obreras, incorporando equipamientos sociales y viviendas para los cooperativistas.



Gaudí empezó a trabajar en el proyecto en 1878, justo después de finalizar sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, ​​colaborando intensamente en la planificación de las diversas instalaciones con el arquitecto mataronense Emili Cabanyes. El proyecto integraba las construcciones preexistentes e ideaba un conjunto que contaba con nuevos edificios fabriles, treinta casas unifamiliares y un sector de servicios en el que se ubicaba la escuela, la biblioteca, el casino y la sede social de la cooperativa.

Del conjunto ideado por el arquitecto tan sólo se materializó una pequeña parte: dos viviendas, correspondientes a la del director y la del portero, unos sanitarios y una nave destinada al blanqueo de algodón. De estos edificios, construidos en 1883, únicamente se han conservado los dos últimos.

La nave de blanqueo
El edificio proyectado por Gaudí es de gran simplicidad y sencillez. En esta primera aproximación hacia la arquitectura industrial, el arquitecto diseña una gran nave construida con trece arcos parabólicos esbeltos y resistentes, creados por pequeños tramos de madera montados con pernos, siguiendo el modelo del arquitecto renacentista francés Philibert de l'Orme. El uso de estos arcos permite a Gaudí crear un espacio amplio y diáfano de casi 600 metros cuadrados sin tener que recurrir a divisiones internas o sistemas estructurales como columnas o pilares. Se trata de una solución muy innovadora en aquella época, que soslaya los modelos constructivos establecidos y muestra la gran capacidad creativa y el ingenio técnico del joven arquitecto.

La nave de blanqueo destaca por su austeridad y funcionalidad, muy alejada de la profusión ornamental, de la experimentación espacial y del juego con los elementos historicistas y naturalistas que caracterizarían posteriormente a su obra. En este edificio los arcos se convierten en los únicos protagonistas y desempeñan un papel no sólo estructural, sino también decorativo. En su obra inicial, Gaudí crea un espacio de gran originalidad y modernidad, que potencia la belleza de la desnudez constructiva, tanto de los materiales utilizados, como la madera, el ladrillo y el hierro, como de los propios elementos sustentadores.

Ver: https://www.naugaudi.cat/ca/nau-gaudi/el-primer-edifici-de-gaudi

Ver en 2021

Carrer Cooperativa / Carrer Germans Thos i Codina 










 
Los servicios sanitarios
A pocos metros de la nave de blanqueo se conserva el pabellón de las letrinas, una construcción cilíndrica de reducidas dimensiones que se considera la más antigua de todo el conjunto de la cooperativa. El interior del edículo está dividido en dos mitades para separar los servicios de hombres y mujeres, a los que se puede acceder por puertas de acceso independientes. Esta modesta construcción destaca por el diseño de la forma de su cubierta, una bóveda elevada que permite la renovación del aire por un sistema de sifón. Gaudí posteriormente utilizaría esta solución en las torres de ventilación de la Casa Vicens o en las caballerizas de la Finca Güell.

La importancia del edificio radica en los materiales y motivos ornamentales utilizados. El edículo está decorado con aplicaciones de baldosas de cerámica vidriada y testeros escalonados en puertas y ventanas, elementos genuinamente gaudinianos que se irán repitiendo y transformando en muchos de sus proyectos.








 
La abeja de Gaudí
En 1884 Gaudí diseñó el estandarte de la sociedad, un elemento muy habitual en la época que se utilizaba para presidir las fiestas y los actos solemnes. Del original, que no ha llegado a nuestros días, se conserva la abeja de bronce que le coronaba, alegoría de la industria, la laboriosidad, la tenacidad y el ahorro. Actualmente esta pieza forma parte de la colección del Museu de Mataró."
 
 
 

Emblema de la cooperativa diseñado por Gaudí (1874)


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